Por sexto año consecutivo, se llevó a cabo en Gálvez, Provincia de Santa Fe, el Festival Pizza, Birra y Cortos, con una selección de más de 60 cortos nacionales.
Las categorías de premiación de la muestra competitiva fueron 6: Ficción, Documental, Videominuto, Videoclip, Animación y Corto-Circuito, además de 5 menciones especiales.
La apuesta fuerte del festival este año fue el jurado, que estuvo integrado por 4 personalidades de lujo de la industria cinematográfica: Anahí Berneri, directora; Eduardo “Quintín” Antín, crítico de cine y director de la Fipresci; Natalia Smirnoff, directora y guionista; y Matías Mesa, Director de Fotografía y Operador de Steadicam
Los cortos se exhibieron a lo largo de tres días, y hubo también charlas con miembros del jurado, una charla sobre el programa Contacto TV, una muestra de los ganadores del Concurso de Cortometrajes Georges Méliès, la proyección de Historias de Santa Fe: 1853, los pueblos piden constitución (Señal Santa Fe) y proyecciones especiales de películas nacionales: Los Labios (Ivan Fund, Santiago Loza), Rompecabezas (Natalia Smirnoff), Por tu Culpa (Anahí Berneri), La Infinita Distancia (Florencia Castagnini) y El Estudiante (Santiago Mitre).
Charla con Matías Mesa: Manejo de Steadicam
Matías nos brindó una charla de más de dos horas, en la que contó su experiencia como Director de Fotografía y operador de steadicam.
Con respecto al uso de la steady, Matías remarcó la importancia de esta herramienta para poder filmar en cualquier lugar que uno quiera, sin percibir ningún movimiento.
El DF es el encargado de encuadrar y decidir qué se quiere contar, cómo se va a ver la película, y todas las herramientas que se utilizan tienen que estar al servicio de ello.
A lo largo de su carrera como DF, Matías trabajó junto a grandes directores nacionales e internacionales como Luis Puenzo, Héctor Babenco, Fabián Bielinsky, Roland Joffé, James Ivory, John Hillcoat, Alejandro González Iñárritu y Gus Van Sant.
Con este último, trabajó en 3 de sus películas, Gerry, Elephant y Last Days.
La primera es una película de improvisación, filmada en un 90% con steadicam, en terrenos irregulares, en los que Matías tuvo que seguir a los dos actores sin saber qué iban a hacer. La película se filmó en San Juan, Tucumán, La Rioja y el Valle de la Muerte en California, EEUU.
Elephant es una película hecha principalmente de tomas largas que van acompañando a los protagonistas en un día de sus vidas en el campus escolar. En 2003 obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes, lo que le abrió las puertas a Matías para trabajar con otros directores de renombre.
En Pizza, Birra y Cortos se exhibió, fuera de competencia, el corto Marea de Brenda Urlacher, en el que Matías fue el DF. Matías es uno de los profesionales más buscados a la hora de filmar bajo el agua, gracias a su gran experiencia en el manejo de cámaras y técnicas de filmación subacuática. Durante la charla nos habló acerca de las enormes dificultades que este trabajo conlleva, en lo que respecta a producción, iluminación y trabajo con los actores.
Para finalizar, se inició un espacio de consulta y debate con alumnos de carreras de cine que estaban presentes, y se produjo un intercambio muy interesante en el cual también pudimos apreciar algunos de los trabajos que Matías trajo para mostrarnos.
Un placer haber recibido una clase magistral de semejante profesional de la creación artística de imágenes.
Conferencia Eduardo Quintín, Matías Mesa, Natalia Smirnoff y Anahí Berneri
El Jurado brindó una charla en la que se tocaron varios temas y se interactuó con el público.
Con respecto a los cortos y al criterio que se aplica a la hora de premiar cortos, Anahí dijo que lo que ella valora es cierto proceso por parte del cineasta de encontrar un lenguaje propio, donde haya una mirada, una intención de contar algo de cierta forma.
Luego, frente una pregunta acerca de si se premia a aquellos trabajos novedosos y vanguardistas o hay cierto conservadurismo por parte de la crítica, no solo confinado al ámbito de cortometrajes, Quintín fue muy categórico al afirmar: “no veo nada en el cine argentino que sea tan revolucionario como para que el conservadurismo lo rechace. Cuando alguna que otra vez surge algo así, la crítica tiende a ser benevolente”.
Se discutió también acerca de si los cortos se consideran gérmenes de un largometraje u obras de valor independiente. Matías dijo que los cortos que él realizó siempre los sintió y trató de transmitirlos como obras en sí mismas, ya que, en su opinión, son trabajos importantes dentro de la filmografía de un realizador.
También se habló acerca de cómo fomentar la proyección de cortos y de la dificultad de aumentar la concurrencia a exhibiciones y festivales de cortos, y los 4 miembros del jurado estuvieron de acuerdo en que no se puede obligar al público (a pesar de que existe una ley que estipula la obligatoriedad de proyectar un corto antes de cada película en las salas de cine, algo que obviamente no se cumple) a ver nada que el público no elija voluntariamente.
Quintín expresó que la cultura de los cortos no está instalada en el público pero, a la vez, dijo que existe una gran producción de cortos, si se tienen en cuenta las series de media hora, los videoclips y las publicidades.
Con respecto al cine nacional, y en particular a la temática de los desaparecidos y la dictadura, Quintín se refirió a ello no como una moda sino “como algo que está ahí”. Anahí dijo que “hay un reflejo de la sociedad que quiere hablar de eso”.
Luego, se habló sobre el fenómeno de El Estudiante, que según Quintín “es una película más fresca y mucho menos pretenciosa -porque cuenta con actores no profesionales, entre otras razones- que films como La Historia Oficial y El Secreto de sus Ojos”. Agregó que el tema de la película es un tema no tratado en el cine nacional y que atrae a mucha gente.
Y así se desarrolló la charla con el jurado, un debate sumamente interesante y enriquecedor en el que se intercambiaron opiniones entre el jurado, los realizadores y el público en general sobre temas de actualidad de la industria del cine nacional.
Premiación
Menciones especiales:
-French y Berutu (P. Carroggio, 13’, Rosario)
-Mala Mujer (A. Molnar, 3’20’’, Rosario)
-Boteros (M. Turnes, 24’, Buenos Aires)
-Bárbara Doreen (C. Wolffelt, 14’, Buenos Aires)
-Hola (S. Grasso, 2’16’’, Bariloche)
Premio Mejor Video Minuto
Gente Importante (M. Ferro, Rosario)
Premio Videoclip
Tereré (S. Bertotti, 3’31’’, Buenos Aires)
Premio Mejor Documental
La Instancia del Vértigo (P. Buontempo, 9’13’’, La Plata)
Premio Mejor Animación
Cocoroco (R. Dalmau, 5’, Buenos Aires)
Premio Mejor Corto-Circuito
Candombe (M. Testoni, 1’37’’, Santa Fe)
Premio Mejor Ficción
Como Una Guerrera (N. Benedicto, 17’, Buenos Aires)
En resumen, se premió la originalidad por sobre la técnica y el academicismo, la frescura y la innovación, las que, a criterio del jurado, fueron las miradas más interesantes y novedosas.
Dato no menor: el 80% de los cortos premiados fueron realizados por mujeres.
Y así, con pizza y birra, como todas las noches luego de las proyecciones, finalizó Pizza, Birra y Cortos, un festival que reunió trabajos de varias regiones de nuestro país y que ofreció una cantidad enorme y una gran diversidad de obras.
Un festival que, año tras año, se va constituyendo como un evento cultural cada vez más importante dentro del circuito de festivales argentinos y que brinda la posibilidad de acercar, difundir e impulsar la actividad cinematográfica. Es una lástima que el festival no cuente con más apoyo a nivel municipal, que las autoridades de Gálvez no muestren más interés y compromiso con este espacio que es gran medida el fruto del esfuerzo y la pasión de sus organizadores.
Y a título personal y para cerrar esta nota, quisiere expresar mi enorme agradecimiento a todos los organizadores y colaboradores del festival, que se preocuparon constantemente por hacernos sentir cómodos y en un ámbito de extrema calidez. Quiero agradecerle, en especial, a Adrián Culasso, el director del festival, a Carolina,
Alfonsina y Sebastián, entre otros, y a Fito, mi gran anfitrión y guía turístico en Gálvez.
En estos tres días tuve la inmensa fortuna de conocer a personas maravillosas que, como yo, aman el cine y dejan todo para llevar adelante este hermoso festival, en el que se respira humanidad, buena onda y amor por el cine.