TINIEBLAS Y RESURRECCIÓN
Ópera, nazismo, tinieblas, ocultamiento, revelación, resurrección. La propuesta del director Sebastián Alfie se sumerge en la oscuridad de un campo de concentración en Checoslovaquia donde Viktor Ullman compone Der Kaiser von Atlantis, una ópera paródica en relación al Führer que se perderá hasta estos tiempos más cercanos. Pero desde ese punto el músico Kerry Woodward y la aparición de una médium de origen inglés, Rosemary Brown, de manera distinta pero eficaz, rescataron esa botella perdida en el mar del olvido y presentaron esta obra para la eternidad. Y el puente se cierra con el régisseur argentino Gustavo Tambascio, en la actualidad y en la película de Alfie, en plena preparación de una puesta en escena de la ópera en Madrid. Y allí el círculo se cierra, de las tinieblas a la resurrección, de la muerte a la vida, de la oscuridad a la revelación que se propone desde una pieza operística que se enfrenta al escarnio y a la soledad creativa de aquel mundo encerrado en un campo de exterminio.
Vaya historia particular la de una pieza musical como “El Kaiser de la Atlántida”, ideal para que el realizador argentino Alfie transmita su travesía en imágenes. Travesía cinematográfica que se desarrolla como si se tratara de un rompecabezas que maneja distintas épocas, procedencias, puntos de anclaje y conflictos, en definitiva, destinados a dar a luz a la ópera en su puesta madrileña.
El documental no descansa en la clásica zona de confort de las cabezas parlantes que identifican lo más primario del género sino que recorre ese viaje repleto de novedades e inconvenientes que van de la oscuridad a la luz como si se tratara de una investigación policial que se nutre de diversas decisiones estéticas. A saber: narrativamente la película va y viene del presente al pasado eligiendo para transmitir su discurso materiales de diversa procedencia estética: animación, contrastes visuales entre el mismo material de archivo, alusiones al nazismo que se manifiestan a través de un montaje de atracciones que se conectaría con estos días (¿conflicto URSS-Ucrania, acaso?), uso fragmentado de la ópera como decisión extradiegética… Es decir, el documental escarba en aquel pasado lúgubre, en ese secreto escondido por décadas que se convierte en una puesta que habla de la supervivencia a través del arte, en este caso, por medio de una ópera que parodia a Hitler y que no pudo ser aniquilada por los verdugos de ese entonces.
En este punto, El Kaiser de la Atlántida, con sus responsables principales y secundarios (Ullman, Tambascio, Woodward, Brown) entregan al director Alfie, de manera directa a indirecta, esa partitura perdida en los tiempos para que la vida se imponga definitivamente a la muerte.
(República Checa, Argentina, España, Países Bajos, 2022)
Guion, dirección: Sebastián Alfie. Producción: Sebastián Alfie, Ángela Álvarez Rilla, Daniel Rosenfeld, Mariano Nante, Annemiek van Gorp, René Goosens. Duración: 77 minutos.