Al iniciar Blitz se detalla el significado del término: “El bombardeo incesante del nazismo alemán sobre el Reino Unido durante 1940”. Este bombardeo no sólo devastó gran parte de Londres, sino que impulsó la medida de migración obligatoria de niños, para buscar refugio lejos de sus padres. Una maniobra centrada en la protección de menores frente la trágica escalada de destrucción masiva de la ciudad y aniquilación de los civiles.
El blitz entonces derivó en la separación de padres e hijos, específicamente por vía férrea, y es aquí cuando aparece en escena la relación entre Rita (Saoirse Ronan) y George (Elliot Hefferman), madre e hijo que viven en Stepney y deben enfrentar esta desvinculación. George tiene 9 años, es producto de una relación interracial y, a su vez, nunca conoció a su padre. Rita es madre soltera, trabaja en una fábrica de municiones y también es cantante. Ambos conviven con Gerald (Paul Weller), padre materno y abuelo de George en una casona del London East End.
El film de Steve McQueen es presentado como un drama de época o period drama, y tiene nexos que se identifican específicamente con la novela de Lionel Jeffries The Railway Children, también llevaba a la pantalla, y posee un tono de dickeniano por mostrar las relaciones humanas entre la miseria y ruinas resultantes de la Segunda Guerra Mundial. Otras referencias podrían ser La esperanza y la gloria, obra autobiográfica de John Boorman a quien dedicamos este texto, también se asemeja a El imperio del sol, de Steven Spielberg, en lo referente a la narrativa puesta sobre la mirada de un menor sobre la guerra, su extravío y la aventura de volver a encontrarse con sus padres; en este caso, con su madre.
Desde hace una década que a McQueen se lo ve interesado en reflejar los conflictos raciales en Inglaterra, así como los de la clase trabajadora, y suele presentarlos con un alto impacto emocional. No deja de lado el planteo de excesos de fuerza a cargo de la policía, como se refleja cuando Rita va a un bar donde conoce a un negro que es golpeado brutalmente a la salida del lugar. Hechos ya desarrollados con mayor despliegue en la trilogía de Small Axe, tras Hunger, Shame, las olvidables Doce años de esclavitud o Viudas, y el trabajo de 266 minutos denominado Occupied City en el que quiso retratar una comparación entre locaciones de la Amsterdam ocupada por los nazis y la actual.
Fuera del registro de McQueen, interesado en retratar al estrato black british, en Blitz -film que tiene un despliegue técnico considerable- el lugar amable y redimible lo deja escueto sobre la figura de Jack (Harris Dickinson), un bombero que la ve a Rita indefensa y la conduce hacia una salida, sin representar nexo romántico alguno. Blitz sirve como una película testigo, de esas en que todo registro histórico y técnico son impecables, pero a quién le interesa esto último cuando un producto parece carecer de alma. Ronan, gran actriz, no logra componer una relación sentimental / amorosa hacia su padre, hijo, etc.; se la nota fría en su composición, y en gran parte esto es algo atribuible a la dirección actoral, quizás ausente en querer plantear que una guerra no solo se representa en la perfección material de demostrar edificaciones en ruina o escenas dramáticas cercanas al cine catástrofe, como aquella de la inundación de la estación de subterráneo Balham.
El cine de McQueen perdió algo desde su irrupción con Hunger. Quizás la simple noción de poder contar historias que involucran mayores recursos económicos y técnicos no se traspuso con la inventiva, la acción y el grado dramático que el que solía contar sin ellos. Sin embargo, Blitz pertenece a un cine del que se solía hacer, un cine de antes y eso es valorable.
(Reino Unidos, Estados Unidos, 2024)
Guion y dirección: Steve McQueen. Elenco: Saoirse Ronan, Paul Weller, Harris Dickinson. Producción: Tim Bevan, Eric Fellner, Steve McQueen, Arnon Milchan, Yariv Milchan, Anita Overland, Adam Sommer, Michael Schaefer. Duración: 120 minutos.