La primera edición de la Argentina Comic Con de 2024 (recordemos que repite a fin de año) se dió, como se viene dando desde hace años, en el predio Costa Salguero. El encuentro, año tras año, es la excusa perfecta para todo amante de lo que a cultura popular se refiere: fanáticos de la ciencia ficción en general, Star Wars, Volver al futuro, Ghostbusters, el manga, el animé, los juegos de rol, los cómics americanos, los cosplay, los dinosaurios y cientos de otras cosas y que se aglomeran para disfrutar una jornada que los tiene como principal atractivo. Es, si se quiere, una reunión colectiva y movilizadora que sobrepasa los ideales del consumismo capitalista, como se suele referir despectivamente a este tipo de convenciones. Si, el consumo está. Pero no nos olvidemos que aquellos que ejercen estas quejas de manual también lo hacen desde sus iPhone, a través de redes sociales, bajo un halo de amargura e hipocresía total. Todos somos consumidores en este mundo, porque la era moderna nos moldeó para ello. Así que…
El primer día de los tres que suele durar el encuentro estuvo atravesado por cierta incertidumbre: poca concurrencia y una programación no del todo satisfactoria. A excepción de la presencia de Ernie Hudson (el inmortal Winston de Ghostbusters) y alguna banda y charla de algunos artistas locales, la apertura del viernes 24 fue bastante floja. El frío calando los huesos no ayudó demasiado. Pero vayamos por partes.
El viernes 24 la banda de metal Soundtrack se encargó de abrir la grilla de forma contundente en el main stage. Recordemos que lo suyo son los covers o temas de aperturas de series y películas, videojuegos y todo leitmotiv arraigado por la cultura popular. Momento sumamente divertido, una justa y feliz invitación de la Comic Con para arrancar el día.
A las 16 comenzaron a funcionar los paneles con actores de doblaje: Emilio Treviño y Juan Guzmán prepararon a los espectadores hasta la llegada del plato fuerte del día, el actor Ernie Hudson.
La entrevista a Hudson fue dinámica y entretenida, más interesante que muchas otras a las que se suele atosigar a las estrellas extranjeras con el “¿probaste el dulce de leche? ¿Conoces a Lionel Messi? o ¡Tenés que probar el asado Argentino!” de forma autómata y desesperada por la aprobación instantánea hacia la cultura de nuestro país. Por suerte la charla excedió el inmenso éxito de los Ghostbusters para el actor de casi 70 años (si, aunque no los parezca) y se ahondó en otros films en los que Hudson participó, como La mano que mece la cuna (1992), El cuervo (1993) o Congo (1994). Pese a ésto, el main stage, al menos ese día, estuvo poco concurrido, o al menos no tanto como otras veces.
El reconocido dibujante y animador Argentino Alejando Szykula (Alejo y Valentina) cerró los paneles de ese día a eso de las 19:45.
Por su parte en el auditorio hubo presentación de libro: en éste caso Fenómenos gamers. Para las 18:40 Fichas del horror, para los fanáticos del cine de género. Y en ese marco, se destacó la presencia de la Horror XP, claramente reducida en un espacio más pequeño de lo que suele ser cuando ésta convención sobre el terror es llevada a cabo cada año. Horror XP tenía a artistas locales de gran talla en la materia como Mariano Mattos y algunos elementos de coleccionismo para aquellos que aman la sangre y el miedo (destacaba el stand plagado de los diferentes figuras de Chuckys a lo largo de la saga, desde uno totalmente chamuscado que remite al final de la primer película de 1988 pasando por las últimas con rostro plagado de parches y suturas).
En los diferentes escenarios y sectores sobraban talentos, el problema es que los pesos pesados o de renombre escanearon y eso se notó.
Para el sábado se presentó la Reservoir Songs, a eso de las 12:30. La banda, que cuenta ya con sus seguidores desde hace tiempo, hace referencia al cine de Quentin Tarantino tocando parte del repertorio musical de sus películas, como Pulp Fiction (1994), Jackie Brown (1997) o Death Proof (2007). Luego hizo su aparición Enzo Vogrincic, actor uruguayo que adquirió fama mundial mediante el exitoso film La sociedad de la nieve (2023). El público, poblado en su gran mayoría por jovencitas enamoradas y en estado de ebullición, colmó la inmediación a gritos tendidos, suspiros y pancartas con declaraciones de amor varias. La entrevista sin mayores pretensiones fue dinámica y a lo seguro, recorriendo parte de la trayectoria del joven actor pero haciendo mayor énfasis a su participación en el conocido film sobre la tragedia de los Andes.
Pero el plato fuerte del día fue Back to the orchestra, la orquesta sinfónica Argentina dirigida por el talentosísimo Damián Mahler y que ejecuta los soundtracks de películas emblemáticas de los 70, 80 y 90s. Por su repertorio se pueden apreciar las partituras de enormes músicos como John Williams, creador del universo sonoro de Star Wars (1977), Los cazadores del arca perdida (1981), Superman (1979), E.T. (1982) o Jurassic Park (1993), o del enorme Alan Silvestri, responsable de darle vida a la popular música de Volver al futuro (1985). El espectáculo de los Back to the orchestra es contundente y conmovedor por partes iguales, enigmático y explosivo a su vez, debido al recorrido que suele hacer en referencia a los distintos films que alude. La ovación del público fue ejemplo y respuesta a ello y el main stage estuvo colmado como nunca se lo vió en ésta jornada.
Mientras en el auditorio hubo un homenaje a Akira Toriyama y una charla por parte del talentoso Ciruelo Cabral y volviendo al main stage, a eso de las 19:45 el Star Wars Parade. Ese mismo día repitieron los desfiles y concurso de Cosplay, siempre divertido para una audiencia adepta a ésta forma de arte popular.
Para el domingo varias de las actividades eran más una repetición de lo visto el viernes y sábado, a excepción de algunas presentaciones, claro está. Como el JuJu podcast: hablemos de manga o La magia en el cine, que se dieron en el auditorio. Mientras en el main stage hubo Show de Alejo y Valentina, Kiseki y Reina madre. Lo cierto es que lo más atractivo del día ya había sido apreciado los días previos, por lo que no hubo mayores sorpresas. Se extrañó además un cierre más acorde a las circunstancias que sepa resolver a su vez la falta de mayores recursos interesantes un día que claramente no supo darle a sus clientes, participantes y público mayores retribuciones.
Se disfrutó, si, pero esperemos mejore para la segunda edición.
