A Sala Llena

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Balance Del Festival

Balance Del Festival

                   

 

Otro Festival Internacional de Cine de Mar Del Plata ha transcurrido, y junto a él, cuestiones próximas a mejorar, mejoras en comparación con años anteriores y algunas menciones en contra.

El Festival de Mar Del Plata es el único en Latinoamérica catalogado como Clase A, ¿qué quiere decir esto? Un Festival según FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films), quien regula los distintos festivales cinematográficos y es el encargado de acreditarlo, impone qué debe poseer un Festival, qué distintas aptitudes para calificar a tal otorgamiento.

Los Festivales actualmente con esta calificación, no son otros que: el Festival de Venecia, Festival de Cannes, Festival de Berlín, Festival de San Sebastian, entre otros.

Si bien, ésta ha sido la entrega numero 24, el Festival tiene una antigüedad de 50 años a cumplir en su próximo festejo, debido a cancelaciones del Festival por motivos políticos y presupuestales.

Como en todo Festival, uno de los análisis respectivos puede separarse en los siguientes: el rol organizativo y la calidad de los films exhibidos. Dentro de los films de este y otros años, no mucho puede increparse a si un año ha sido mejor que otro, todos los años se sugieren y eligen homenajes, secciones musicales, de horror, retrospectivas y las competencias principales Internacional, Latinoamericana y Nacional. La calidad de lo elegido siempre es buena, siempre un film se destaca ante el resto, las opiniones divergen, las miradas son varias.

Dentro del rol organizativo, el festival de este año contó con un recorte de presupuesto significante; según lo declarado por José Martínez Suárez, Presidente del Festival, el recorte se debió en gran parte a la pendulante situación económica mundial, de amplio conocimiento. Ante la incertidumbre se tomó la decisión de barajar un presupuesto posible, donde este año han sido partícipes tres pilares: el Gobierno Provincial, la Intendencia que alberga a Mar Del Plata y el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales).

El recorte no solo se sintió en la cantidad de films exhibidos, sino en la cantidad de días de duración, escasez de festejos o galas a las que estábamos acostumbrados años anteriores, la falta de visitas de estrellas internacionales que siempre brindan un glamour que no es esencial para concretar un festival. Estoy de acuerdo con priorizar sobre los films que se exhiben. No obstante como un doble discurso en la rueda de prensa previa al Festival, el Presidente si bien, destacó que brillarían las películas y no las estrellas que no vendrían, luego leyó un listado de todos los invitados que habían convocado, algo contradictorio.

La Grilla de Programación de este año ha estado muy bien confeccionada, permitía ver todo film de competencia gracias a la ausencia de superposiciones horarias.

La venta de entradas continúa teniendo problemas, sería bueno que implementen la venta online y anticipada. Este año se vendían en boneterías sólo para las funciones del día. Supongamos el ejemplo de la apertura de boletería, donde alguien quiere ir a ver la función que está a punto de comenzar pero hay una fila de amontonados espectadores adquiriendo sus entradas para el resto de las funciones del día. Es una tarea ardua, estresante.

Hubo errores en la disposición de butacas en los Cines del Paseo. Era errónea la cantidad de disponibles presentados a la organización del Festival, causando problemas por sobreventa de entradas, y por disposiciones de seguridad –al no poder sentarse en las escaleras de la sala–, quedaron afuera espectadores con entradas adquiridas. Problema solucionado a la brevedad.

Hay algo que realmente hace ruido en cuanto a la presentación de las salas marplatenses –tema que fue tratado por un periodista en la conferencia de prensa del año pasado– que es la mala calidad de proyección, el deterioro de pantallas y el pobre sonido con que cuentan algunas salas. En su momento se indicó que esto sería revisto para este año, pero no ha habido cambios sobre el tema. La pantalla del Cine Auditorium tiene pliegos, uniones marcadas, suciedad. Las salas de los Cines del Paseo bordes redondeados sin masqueo alguno para distintos formatos.

Soy consciente que quizás éstos sean algunos datos técnicos que a gran parte de la audiencia poco importen, pero creo –personalmente, como ferviente cinéfilo y admirador de la tecnología y calidad en artes visuales– que un Festival como el de Mar Del Plata debería contar con un plan para ayudar a la mejora de estos cines. El mejor cine en cuestión de proyección es indudablemente el Cine-Teatro Colon, dentro del cual ya desde el año pasado se proyecta también en HD. Este año, la sala principal del cine Ambassador ha implementado también proyección HD y 3D Digital.

El Festival ha perdido este año también, la incorporación de un centro de negocios. Este año se desvinculó esta rama del Festival para realizar Ventana Sur.

Sobre los films: Muchos han sido exhibidos en otros Festivales con anterioridad, según Martínez Suárez, éstos han sido pedidos inclusive antes de triunfar o saber siquiera que habían sido seleccionado en otros. Algunos argumentarían que Mar Del Plata es un rejunte de lo que se vio en otros, a lo que respondo como cinéfilo, que no es un dato tan importante, qué mejor que tener la posibilidad de ver estos films hayan o no sido presentados en otros festivales.

Mar del Plata indudablemente tiene algo que transpira por doquier: una sensación de unión y familia entre organizadores, algo que no se ve en absoluto en el BAFICI. En gran parte, logrado por el actual Presidente del Festival, su cordialidad, y el respeto de la comunidad cinéfila. Martínez Suárez no ha venido a este Festival políticamente para hacerse un negociado, no creo que alguien crea esto, según sus palabras y lo que ha demostrado en sus dos años de gestión ha sido que es un ferviente cinéfilo, ha visto todo lo presentado en el Festival, se lo ve saludando a directores de los cuales ha visto sus obras, está entre el publico quejándose si algo sale mal, poniéndose al frente con la camiseta puesta ante dificultades técnicas. Su carácter y comicidad, permiten darle una imagen propiamente festiva al festival, es un hombre que cae bien.

Esto, no obstante, no es determinante para que dejemos pasar cosas que salen mal, o barrerlas debajo de la alfombra.

Vuelvo a repetir, que según sus palabras, a toda queja en ruedas de prensa ha tomado nota de las criticas argumentando que se analizarían. A esta altura creo saber que algunas cuestiones se han mejorado y otras no.

En cuanto a la premiación, los galardones suelen ser algo repartidos en este tipo de Festivales, da la sensación de querer premiar como para “dejar a todos contentos”. Discrepo con algunas menciones, siento que a veces se premia considerando si el film ya tiene garantizada su venta a distribuidores o en defecto, me gustaría enterarme aun más, con qué criterios vota un jurado.

Me gusta que el Festival de este año no haya contado con la gran politización del año pasado, la presencia de la Presidente, Scioli, etc. Un homenaje trunco a Leonardo Favio, quien al subir al escenario a agradecer, en vez de realizar un recuento de su vida cinematográfica –que era lo que se estaba conmemorando–, dedicó sus minutos a idolatrar a la Presidente por su labor.

Dentro de las secciones paralelas al Festival, este año se sintió una pobre selección en materia de las trasnoches. La inclusión de la sección “A Sala Llena” (¡sin tener nada que ver con nuestra web!) no tenia sentido alguno, exhibir films comercialmente estrenados.

Las proyecciones en DVD son un punto en contra, ¿acaso no es posible conseguir copias de algunos films que fueron exhibidos, en fílmico?. Ha aumentado notoriamente la cantidad de films proyectados en HD, permitiendo a films argentinos no tener que contar con costosos revelados, masterización y pasaje a otros formatos, ha sido el caso de El Perseguidor, El Hombre de Al Lado, Andrés No Quiere Dormir la Siesta y las internacionales Life During Wartime, L’Enfer D’Henri Georges Clouzot, House Of The Devil.

Me alegra que Jose Celestino Campusano, Tetsuo Lumiere, Farsa y tantos otros, olvidados por otros Festivales, o no aceptados hayan dado un paso por Mar del Plata.

Dentro de los repetidos ejemplos del “snobismo” de los festivales, encontramos casos como el de Campusano –a esta altura, un “protegido” del Festival de Mar Del Plata, con mérito propio–: sus films, Vil Romance y Vikingo, logran llenar toda sala de exhibición dentro del marco del Festival, pero luego, cuando son estrenados comercialmente, como ha ocurrido con Vil Romance, son pocas las salas brindadas para su exhibición comercial, alejando al espectador promedio y concretando la teoría de que hay films que sólo tienen circulación de publico en Festivales.

El festival, al igual que lo hizo el año pasado, continuará con una muestra itinerante de films exhibidos, llegando así –de una manera federal– al público del interior y lugares donde sería imposible ver estos films.

Sinceramente, este año aun más, me he sentido orgulloso de haber podido ser parte de este Festival, aunque desde el lugar de espectador y redactor para esta web que con tanto esfuerzo hemos podido concretar. Al día de hoy tenemos subidas 82 reseñas de films que hemos visto entre los integrantes de A SALA LLENA, oportunidad que nos ha servido para conocernos mas, compartir funciones, salidas, festejos…

Espero que como lectores sepan apreciar nuestro esfuerzo y hayamos podido captar su interés en las recomendaciones que hemos realizado sobre lo visto.

 

(Borde inferior derecho de la foto de esta nota: quien no presentó TETRO, infiltrado?)

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