Altered States of Plaine (Estados Unidos, 2012)
Dirección: Nick Gaglia. Guión: George Gallagher y Nick Gaglia. Producción: Kether Donohue, Nick Gaglia, Alexander Hammer, Michael Mathis y Justin Swain. Elenco: George Gallagher, Keter Donohue, Michael Mathis, Donald Pritt. Duración: 81 minutos.
Inalterable
Es gracioso que una película con este título resulte ser de lo más invariable. Invariable en su narración, en su tempo, en su tono, en todos sus cabales. Hay que decir que no está mal filmada, para ser una producción verdaderamente independiente tiene un buen trabajo de dirección fotográfica, actuaciones justas, y otros aspectos técnicos que la salvan del desastre absoluto. El problema está en que tiene una idea, la expone y se queda ahí, dando vuelta sobre su propio planteo sin llegar nunca a lograr un clímax. Y se vuelve lenta, larga y redundante, al punto de que si llegamos a identificarnos con el protagonista es porque tenemos las mismas ganas de tirarnos a dormir.
Drama de ciencia ficción que puede recordar a otras como El Efecto Mariposa, en tanto tenemos a un personaje principal, Emanuel Plaine (George Gallagher) cuya desgracia es nunca saber dónde va a despertar. Cada vez que duerme su teletransporta a lugares insospechados y, perseguido por agentes secretos del Gobierno, la película se construye como una road movie en la que Emanuel huye de ellos junto a Violet (Kether Donohue), a la vez que va tras la cura para su trastorno. El film se centra en el aspecto dramático del relato, dejando el sci-fi en un segundo plano, lo que no permite discernir claramente si la experiencia es real o es una construcción de la mente alterada del personaje.