100% ORGÁNICO
Cada vez que David Cronenberg aparece con un nuevo proyecto, el hype tanto de fans como críticos de cine (vi a alguno corriendo para acceder a una butaca de una sala vacía como nunca antes) juega en contra de lo que finalmente se ve en pantalla. Ya es hora de dejar de festejar cada “primeras imágenes”, teaser, trailer o póster de algo que no podemos comprobar hasta poder ver la obra completa.
En estas últimas semanas, Crimes of the Future venía vendiéndose muy bien, acaparó textos en websites y revistas especializadas en cine, también entrevistas que afirmaban que “parte de la audiencia se retiraría de la sala en los primeros diez minutos de metraje”, cosa que no pasó en absoluto; otros decían que era la gran vuelta de Cronenberg a Cannes desde que el director creía convencido que Crash debía haberse llevado la Palma de Oro en 1996, frustración que le adjudicó a Coppola, el entonces Presidente del jurado, y así con semejante acción de marketing, COTF se convirtió de repente en una de las películas más esperadas del Festival de Cannes 2022.
Con Crimes of the Future, Cronenberg volvió definitivamente al cine que lo consagró, aquel en que se detenía en lo orgánico, sexual y su fascinación por la carne, como fuera Videodrome, Crash, Dead Ringers o la maravillosa eXistenZ. Hay algo de cada una de ellas en este film.
En COTF tenemos a Saul Tenser, interpretado por Viggo Mortensen (a esta altura, su nuevo actor fetiche), quien junto a su pareja Caprice (Léa Seydoux) conforman una especie de performers de instalaciones artísticas vinculadas al propio cuerpo humano y sus órganos internos. La experiencia contempla que en este mundo y tiempo, el placer por las cirugías internas reemplaza a aquel de las relaciones sexuales como las conocemos.
Caprice, colaboradora del proyecto, se define como una cirujana no profesional, realiza tatuajes sobre los órganos internos a modo de identificación para luego extirparlos. Legalmente sí es aceptada por su pareja, con la excusa del “permito que hagas con mi cuerpo lo que yo indique”. Esto es, manejar a través de un equipo, muy similar al pod de eXistenZ un juego de bisturíes. Caprice desea participar de esta experiencia como la “paciente”, pero Tenser la limita a no compartir ese rol con los espectadores, sino dejarlo al margen como un acto íntimo entre ellos.
Se suman Kristen Stewart y Don McKellar como Timlin y Wippit, dos funcionarios de una asociación ilícita denominada Registro Nacional de Órganos, que se ven un tanto fascinados por Tenser en gran parte por la creación de un órgano nuevo dentro de su cuerpo, permitiendo así la mutación del ser humano en otro organismo.
A la fiesta de Cronenberg se suman otros atractivos, como aquel que se convierte en desencadenante de una marcada protesta ambientalista del director: a modo de manifiesto, el personaje de un niño al comienzo del film se alimenta del plástico de un cesto de residuos. Noción que quedó en Cronenberg a partir de haberse interiorizado en la noticia de que a algunos mamíferos podría alimentárselos en el futuro con proteínas incorporadas a un plástico y así nuclear todo alimento en una especie de barras proteicas a lo Soylent Green, con el pro de contar con un material que orgánicamente no acceda a bacterias y virus. Cronenberg trasladó esa idea a lo que es Crimes of the Future y la creación de una nueva especie, con nuevos órganos y distintas características digestivas que un humano.
Que Cronenberg se haya distanciado de sus últimas obras cinematográficas no implica que su “volver a las bases” lo haya levantado de semejante tropezón. Crimes of the Future es una de esas experiencias desconcertantes, de en las que el director aprovecha para meter un bocado de denuncia (bastante perezosa, por cierto), querer provocar e incomodar cuando en el pasado lo ha hecho y mucho mejor, y de utilizar elementos que brinden reminiscencias a sus primeras obras, por el simple objeto de dejar al espectador satisfecho.
(Canada, Grecia, Francia, Reino Unido, 2022)
Guion, dirección: David Cronenberg. Elenco: Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Don McKellar. Producción: Robert Lantos, Steve Solomos. Duración: 107 minutos.
1 comentario en “#CANNES75 | Crimes of the Future”
Excelente Comentario, JOSE gracias por todo como siempre