TRUMP EN CANNES
The Apprentice fue un programa de televisión estadounidense de la cadena NBC, en donde participaba un grupo de empresarios que competían por 250.000 dólares y un contrato para dirigir una de las empresas de Donald Trump. Trump aquí era el maestro.
Ali Abbasi elige ese mismo título para su nuevo film e invierte los términos. Aquí el aprendíz es Trump durante sus primeros años, comenzado por sus inicios como cobrador de alquileres en los sucios y casi abandonados edificios de su padre, hasta conocer al que sería su gran mentor: Roy Cohn, abogado e influencer del Political and Business Systems de EEUU.
La película tiene a su favor casi todo: buenas actuaciones, un guion simple, una cámara que no busca planos novedosos pero sí dinámica y eficacia a favor del relato, y un director que tiene un talento especial para casi todos los géneros, aunque esta película lo pone ante un gran desafío: un personaje que es recontra público, con varias biografías, siempre en las noticias con desplantes, escándalos y otras yerbas. Una personalidad ya muy analizada. Por eso en términos informativos la película se empeña en contarnos quién fue Roy Cohn.
Cohn empezó a influir en la política a fines de la década de los 50, asesorando al tristemente famoso Joseph McCarthy, senador por Wisconsin, conocido por denunciar una conspiración comunista en el mismo seno del Departamento de Estado. Así se inició lo que sus oponentes denominaron «caza de brujas». Enemigo de homosexuales y negros, Cohn murió de sida.
El “marvelizado” Sebastian Stan se pone en la piel de Trump y lo representa muy bien, pero el que se lleva todos los focos es Jeremy Strong (Kendall Roy en la serie Succession), en el complejo y oscuro papel de Cohn. María Bakalova aprueba en su primer gran papel como la primera esposa del protagonista, la influyente Ivana Trump.
Con Border, Abbasi demostraba conocer el género fantástico, con Holy Spider se expresaba en un thriller político y religioso que fue apreciada por la crítica y el público, pero gracias a The Apprentice asume un desafío complejo. Hacer su entrada al cine norteamericano con esta película es por demás riesgoso no solo por los motivos que ya dimos sino porque este 2024 es un año electoral para los EEUU y Trump vuelve a estar en consideración para ser reelegido presidente, con lo cual sus partidarios no verán con muy buenos ojos esta ácida mirada del danés.
Abbasi parece alimentarse de presiones, ya que cuando estrenó Holy Spider el fundamentalismo islámico lo amenazó a él y a su primera actriz, por lo que enfrentarse a Trump y sus seguidores parece ser algo que no le quita el sueño.
Cannes, con su glamour y poder, bien podría ser un buen lugar para el histrionismo extra large de Donald Trump. Falta el director que haga una película que imagine o invente todas sus bondades que, luego de ver la película de Abbasi, parece un bien escaso.
(Canada, Dinamarca, Irlanda, 2024)
Dirección: Ali Abbasi. Guion: Gabriel Sherman. Elenco: Sebastian Stan, Jeremy Strong, María Bakalova, Martin Donovan. Producción: Ali Abbasi, Daniel Bekerman, Julianne Forde, Jacob Jarek, Louis Tisné, Ruth Treacy. Duración: 120 minutos.