MÁS HUMANO QUE HUMANO
Escuchamos las palabras de Jean-Stéphane Sauvaire al presentar su película en el marco del 56 festival de Sitges de 2023. El director indicaba que se propone en realidad como un homenaje a las fuerzas del mundo, ya que aspiraba a retratar fragmentos de estas duras experiencias cotidianas y compartirlas con el público. En esa misma línea, sabemos que muchas veces las intenciones y los resultados no son equivalentes y también entendemos que hasta incluso de esta diferencia se puede crear resultados asombrosos. Pues bien, este no es el caso.
La historia es sencilla: dos paramédicos que trabajan en un servicio de urgencias en la parte más pobre de New York se topan con individuos latinos y negros que pertenecen a los lugares más bajos del inframundo. Es que, como la obra dantesca, se trata de un verdadero descenso al Hades, en donde todos los individuos están yuxtapuestos. Así, vemos pasar al narcotraficante, al pandillero, al linyera, como una especie de comedia negra humana.
Cada una de estas incursiones a lo profundo configura una fábula de aprendizaje para el novato Ollie Cross (Tye Sheridan). Se nos muestra un personaje que tiene buenas intenciones, pero nulo conocimiento sobre los códigos que rigen los lugares que frecuentan. El experimentado Gene Rutkosvky (Sean Penn) será quien lo guíe en esos caminos tan peligrosos. En ese sentido, se construye un arco bastante repetitivo ergo conocible: el alumno adquirirá herramientas y el maestro desaparecerá una vez terminada su labor; no hay misterio.
El caso es que un día, durante su turno, encuentran a una mujer adicta a la heroína y además seropositiva que acaba de parir. La madre admite no haber tomado los medicamentos prescriptos durante el embarazo que negativizarían al recién nacido. El bebé está al filo de la muerte. En ese marco se impone una pregunta del tipo moral: ¿es realmente piadoso salvar esta vida a cualquier precio sabiendo que le depara el futuro? O mejor aún: ¿sobrevendrá un porvenir auspicioso detrás de estas condiciones de existencia miserable? El problema no es el dilema moral sino la imposibilidad de contraargumentarlo. El realizador ya tiene una respuesta rígida y digerida, y la arroja a los espectadores sin lugar a duda. Es como si estuviéramos viendo fragmentos deformados o devenidos en gore de Taxi Driver o Vidas al límite, ambas de Martin Scorsese.
Black Flies es, ante todo, una película molesta en el sentido más vulgar del término. Hay escenas explícitas que no se justifican más que por el efectismo. Hacia el final tampoco hay sutilezas ni se da lugar a la libre interpretación, lo que pensábamos que íbamos a suceder, simplemente sucede. El público se sentirá mareado, salpicado de fluidos y también asqueado, pero definitivamente nunca conmovido.
(Estados Unidos, 2023)
Dirección: Jean-Stéphane Sauvaire. Guion: Ryan King, Ben Mac Brown. Elenco: Sean Penn, Tye Sheridan, Katherine Waterston, Michael Pitt, Mike Tyson, Raquel Nave. Producción: Warren Goz, Eric Gold, Christopher Kopp, Lucan Toh, Sean Penn, John Ira Palmer, John Wildermuth. Duración: 120 minutos.
1 comentario en “Ciudad de asfalto (Black Flies)”
No comparto para nada tu mirada, creo que es una gran película, que molesta, es verdad, pero que moviliza un montón de emociones . La violencia está muy bien planteada y funciona perfectamente en la trama, que crece a medida que los personajes evolucionan permanente.