Coco antes de Chanel (Coco avant Chanel, Francia, 2009)
Dirección: Anne Fontaine. Guión: Edmonde Charles-Roux, Anne Fontaine. Producción: Caroline Benjo, Philippe Carcassonne, Carole Scotta. Elenco: Audrey Tautou, Benoit Poelvoorde, Alessandro Nivola, Emmanuelle Devos. Distribuidora: Warner. Duración: 105 minutos.
Coco Chanel es, sin dudas, “el” ícono de la moda femenina del siglo XX. Nos liberó de la presión del corset, nos animó a mostrar menos e insinuar más y fundamentalmente, nos permitió vestirnos como hombres, con cómodos pantalones y chaquetas, de color negro y sin tantos adornos. Sus diseños eran el reflejo de su propia mentalidad: sencilla, liberal, no tenía problema en acostarse con cualquier hombre que la mantuviera y le permitiera acercarse a su sueño de tener su propia tienda de modas.
La película refleja todo esto, con todo el lujo y la elegancia que caracterizaron a Coco. Sin embargo, le falta una pieza fundamental: la astucia. El film peca de no ser astuto como Coco en su vida, la narración es perfectamente lineal, no ahonda en ningún aspecto de su vida sigilosamente sino que pasa ante nuestros ojos como una visualización de una biografía de enciclopedia, evolucionando bajo una misma senda. La película demanda pasión, justamente lo que a Coco le sobraba.
Audrey Tautou no puede abandonar esa expresión ingenua que la caracteriza y en general ningún personaje brilla, más bien se percibe la sensación de que nunca terminamos de saber nada de ninguno de ellos. Todo es muy superficial y pasajero, sin emoción. Estamos siempre a la expectativa de un clímax que nunca llega, sino que se disuelve en un final tan “bonito” pero insulso como el resto de la película.
Es en verdad una pena que la directora no haya logrado captar la verdadera esencia de un personaje tan rico como fue Coco. Insisto, el film se estanca en “lo que se ve”, es visualmente elegante, el trabajo de arte que se hizo para lograr las caracterizaciones de época es impecable, al igual que la fotografía que abunda en encuadres que bien podrían ser enmarcados y exhibidos en una galería de arte.
Afortunadamente apenas supera la hora y media de duración y por sus méritos técnicos, logra ser una película llevadera. Pero lamentablemente eso no alcanza para hacer una digna biopic de una de las mujeres más influyentes de la historia contemporánea.
