¿ELOGIO DEL PLANO SECUENCIA?
La pregunta necesitaría una respuesta, claro está, pero en medio de los signos de interrogación resplandece ese término que hace ruido: plano secuencia o una decisión formal sostenida por recursos técnicos en donde el director exhibe su protagonismo (¿narcisismo?) a través de la cámara. Cineastas reconocidos por construir una estética determinada valiéndose de una única toma: Welles, De Palma, Tarkovski, Kubrick, Berlanga, la lista sería interminable. Y la técnica con el uso de la steadycam que permite tal grado de exhibicionismo. Y el recuerdo de El arca rusa, de Aleksandr Sokurov, y una película enteramente concebida desde un plano secuencia para contar el fin del zarismo y el preludio (al final, en off) de la revolución bolchevique.
Y así se llega a El chef (Boiling Point, el original, más adecuado), de Philip Barantini (dos largos para cine y series de televisión) y su historia que transcurre en un restaurante, filmada en una sola toma, y por lo que se sugiere en la información de prensa, decidida de esa manera debido a la aparición la pandemia… Es decir, un plano secuencia que gobierna en todo un film a propósito de un hecho ajeno al lenguaje cinematográfico. Si esto es verdad o no, poco importa: aquello que queda en imágenes es lo fundamental, y El chef transmite en varias escenas una energía que parte desde lo formal para configurarse en aquello dramático, en lo que desea narrar, en ese punto de inflexión donde la destreza técnica se fusiona al relato en imágenes.
¿Qué cuenta la película? Las peripecias que se viven en la trastienda de ese restaurante en época de fiestas navideñas, las viñetas y pequeñas historias de los que trabajan en el lugar, las indicaciones de los / las chef (porque son más de uno), las alusiones a los afectos, las preguntas y respuestas relacionadas al rubro gastronómico. Y esa cámara que no para de moverse en muchas ocasiones y que conecta (sin corte, claro) el ámbito privado (la cocina) y el público (el local en sí mismo).
Y desde allí surgen otras viñetas y aportes narrativos. En este caso, a cargo de los parroquianos en el prestigioso restaurante: tres imbéciles influencers que dicen algunas pavadas, un norteamericano de tinte racista, el enemigo del chef principal que concurre al lugar con una crítica en estos temas, una clienta que padece alergias varias.
Y así transcurre la hora y media de la propuesta de Barantini, describiendo un micromundo sin corte entre toma y toma y gracias al uso de la steadycam.
Y de esta manera se cuenta una historia a través de pequeñas historias o anécdotas) que, por suerte, no quedan inválidas frente a semejante apuesta formal.
El chef es una película de perfil bajo que nunca traiciona sus intenciones.
(Gran Bretaña, 2021)
Dirección: Philip Barantini. Guión: Philip Barantini y James Cummings. Elenco: Stephen Graham, Jason Flemyng, Ray Panthaki, Hannah Walters, Izuka Hoyle. Producción: Hester Ruoff, Bart Ruspoli.Duración: 92 minutos.
https://www.youtube.com/watch?v=SO_iC5UiVQE&feature=youtu.be