(Estados Unidos, 2014)
Dirección: Michael Radford. Guión: Michael Radford y Anna Pavignano. Elenco: Shirley MacLaine, Christopher Plummer, Marcia Gay Harden, Jared Gilman, Scott Bakula, George Segal, James Brolin. Producción: Matthias Ehrenberg, Ricardo Kleinbaum, José Levy, Edward Saxon y Nicolas Veinberg. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 94 minutos.
Esta remake de Elsa & Fred es una nueva pero no tan diferente versión de aquella película hispano-argentina estrenada en el 2005 protagonizada por China Zorrilla y Manuel Alexandre. En esta versión hollywoodense, la excelente actriz Shirley MacLaine es quien encara el personaje de Elsa, y Christopher Plummer, reconocido actor, encarna a Fred.
Elsa & Fred cuenta la historia de dos personas de la tercera edad que descubren que nunca es tarde para enamorarse y volver a encontrar la felicidad. Fred es un hombre serio y algo cascarrabias que siempre hizo lo correcto. A pesar de su buen estado de salud, se siente cansado, vive sin ganas de vivir, se aburre y prefiere quedarse como un anciano encerrado en su hogar. Queda viudo y su hija decide que lo mejor sería que se mude a un departamento más pequeño. Allí es donde conoce a su nueva vecina: Elsa. Ella es una mujer que está llena de vida, de energía, que contagia su luz y su buen humor; que parece una niña en el cuerpo de una mujer. Elsa está decidida a disfrutar de sus últimos años.
Un cotidiano conflicto que sufre la grifería de Fred, desata que éste vaya por la ayuda de Elsa y de esta manera comienza su relación. Elsa irrumpe con fuerza en la vida de Fred y le enseña, a través de “baby steps” (pasitos de bebé), lo cual resulta una tierna paradoja, a disfrutar de la vida y a reírse más. También le hace repensar su vida, y al mismo tiempo que Fred se lo pregunta, es el público quien se incluye en la reflexión: ¿fuimos felices?
Las actuaciones de Shirley Maclaine, Cristopher Plummer y el resto del reparto son acertadas, contundentes y verdaderas, y el film, si bien resulta placentero, también es algo predecible. Es cierto que no muestra las arduas circunstancias de la vejez en profundidad, pero es una historia alentadora y con la esperanza de que aún en el final de la vida se puede ser feliz.
Por Sheila Saslavsky