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CRÍTICAS

Elsa Schneider

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Dramaturgia: Sergi Bebel. Dirección y producción general: Roberto Fajardo. Asistente de producción y adaptación al rioplatense: Julieta Fajardo. Escenografía: Gina Michienzi. Vestuario: Anastasi Meir. Iluminación: Christian Gadea. Fotografía: Melany Mosquera. Diseño Gráfico: María Sol Frisardi. Actúan: Many Aro Geraldes, Victoria Fortuny, Claudia Rocha. Prensa: Tehagolaprensa

Polifonía del abuso

El abuso se presenta de diversas formas. En el caso de Elsa Schneider nace de la imposibilidad de luchar en distintos momentos históricos contra la imposición de una identidad subyugada a la mujer como miembro social.



La obra de Sergi Bebel se divide en tres partes adoptando una estructura dialéctica. En la primera parte, Elsa, la protagonista de la novela
Señorita Elsa del controvertido autor austriaco Arthur Schnitzler, debe decidir entre seguir sus impulsos juveniles o ayudar a su padre a saldar una deuda. La joven aristócrata judía es informada por carta que su padre a contraído una gran deuda y para saldarla debe entregarse sexualmente a la lascivia de un viejo millonario.

En la segunda parte, Schneider es la encarnación del espíritu de la hermosa actriz franco austríaca Romy Schneider en su rol de mujer, actriz e icono femenino. En la última parte, Elsa Schneider emerge dialécticamente como una síntesis de ambos personajes para presentar, analizar, homenajear y superar esta “condición femenina”. Ambas partes y su síntesis, que no pretende superarlas, son parte de una suerte de dialéctica negativa en la que no hay afirmaciones sino aperturas inconclusas de preguntas y cuestionamientos sobre la construcción de la identidad diacrónica.

Mientras que Elsa debe luchar contra sus impulsos para ayudar a su familia y renunciar al amor para entregar su cuerpo por dinero, Schneider disfruta el surgimiento de sí misma como ícono y padece la inevitable caída libre laboral y personal de su ilusorio pedestal. Ambas figuras sociales representan a la mujer en una doble dimensión de sujeto introspectivo y de símbolo para los demás.

La aparición de Elsa Schneider busca representar el surgimiento de otro tipo de mujer que arrastra estos símbolos intentando desembarazarse de los mismos pero también aceptarlos para crear una nueva identidad.

Con muy buenas actuaciones basadas en monólogos de circunstancias de los personajes, las actrices construyen a estas mujeres que aman, odian, sufren e intentan encontrarse en situaciones que las cosifican. La labor más destacable del elenco es la personificación de  Victoria Fortuny de Romy Schneider como mujer y actriz que pasa de la felicidad a la penuria absoluta tras su difícil divorcio y la pérdida de su hijo.

También, es clave destacar la labor de iluminación de Christian Gadea que permite a través de la oscuridad cambiar de escenas y crear sensaciones de sombras y claroscuros para apreciar lo sombrío del abuso y sus resultados.

La obra de Sergi Bebel busca historizar la construcción de la mujer como arquetipo de un abuso insostenible. El surgimiento de Elsa Schneider permite en este sentido pensar, desde la estructura de la obra, una nueva visión de la mujer fuera de los roles impuestos, buscando así hacer camino al andar sin conformar a un otro que busca controlar el impulso femenino.

Teatro: Taller del Ángel, Mario Bravo 1239

Entradas: general: 90 pesos, estudiantes y jubilados: 70 pesos.

Funciones: Domingos 20 30 hs

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