Decisiones incoherentes en un proceso penal solo pueden ser abordadas desde el sinsentido en una obra. Al menos Agustín Toscano apunta hacia esto a través de mecanismos documentalistas y musicales para explorar en detalle las vidas de Susana Acosta y Nélida del Valle, ahora Marcos Daniel. Esta pareja fue condenada en 2006 a veinte años de cárcel en Banda del Río Salí, Tucumán, por la desaparición de Betty Argañaráz.
Antes de ejemplificarlos, aclaremos. En estos párrafos incoherencia significa falta de cohesión entre la vida de quienes protagonizan, falta de pruebas en la sentencia dictaminada para privarlas de libertad por el supuesto homicidio y ciertos usos poco frecuentes en una obra de esta temática.
Lo musical, por su parte, tiene que ver con el uso de la banda sonora y en particular, elementos del género clásico hollywoodense. Toscano ficcionaliza a dos monjas jóvenes cantando al aire libre. Así, el canto de los pájaros en los créditos iniciales precede a una escena donde oímos disonancias de violoncello, flauta y trompetas, y dos actrices entran y salen corriendo del plano. Susana y Nélida fueron novicias en su juventud, no llegaron a recibir los hábitos.
Esta variación de cabezas parlantes y cantantes plantea un radicalismo. Los personajes no son músicos como para sostener temáticamente estas escenas donde ellas usen ese medio artístico para expresarse. Toscano y Mariana Scanone, la montajista, saben que la música siempre ha sido una manera oportuna para creer en una forma de fe. Por esto, ella será una de las constantes que le ofrece ilación a la historia también a través de material de archivo. Los elementos sonoros subrayan ese “algo ajeno” a las decisiones penales que han privado de libertad a las protagonistas por diecisiete años.
Otro ejemplo del sinsentido es lo visual. En una escena, la imagen invertida del plano secuencia muestra el reflejo del bosque sobre un lago mientras una de las actrices fuera del encuadre tira una piedra. A los segundos la voz de Adriana Giannone, quien imputó a la pareja, hace una descripción de ambas, rematando con que se fía de su “intuición de mujer”. En otra toma, vemos el reflejo invertido de Susana en el vidrio de una mesa, mientras habla sobre sus estudios de abogacía. El desenfoque de ciertas figuras también ofrecería otro elemento de análisis.
En particular la composición de las imágenes de las entrevistas a los abogados hace el contrapeso al sinsentido. En sus testimonios, ambas partes aportan sus pareceres siempre desde un lugar progresivamente más aislado a medida que transcurre la obra. El fondo donde habla Giannone muestra dos sillas de mimbre colgantes tras una pared de vidrio que poco a poco quedan fuera del encuadre. Por su parte, Gustavo Morales habla cada vez más rodeado de pilas de folios, como hundido en los reveses injustos de la burocracia que él cuestiona en su discurso y desde donde las ha defendido a ellas.
Este recurso adquiere aún mayor fuerza cuando el sonido de sus testimonios es traspuesto a los otros dos abogados. El montaje propone así la ilusión de un diálogo donde además la ubicación de los entrevistados y hacia donde ellos hablan la refuerza. Esto ocurre luego en los planos y discursos de las protagonistas.
En medio de la incomprensión el montaje asoma colateralmente la pregunta por el lugar de la fe y la intimidad lésbica en la política y sobre todo en la práctica penal. La respuesta está en el silencio de los reiterados y breves cortes a negro, también en los planos secuencia desde un automóvil que muestra el camino que queda atrás. En el desconcierto y la expectativa generados por esos giros técnicos, la obra le devuelve matices a Marcos y a Susana. Lo demás es puro decir.
(Argentina, 2023)
Guion, dirección: Agustín Toscano. Montaje: Mariana Scanone. Dirección de sonido: Fernando Galucci. Fotografía y cámara: Arauco Fernández Holtz. Actrices: Camila y Ruth Plaate. Composición, arreglos, dirección musical: Bruno Masino. Duración: 81 minutos.
1 comentario en “En vos confío”
eS UN FILM INTERESANTE, desde el punto de vista que el director en la puesta en escena trata el tema.Viendo el caso donde se sucede (en provincia), en un ámbito de colegio catolico, en una comunidad catolica, llena de prejuicios sociales con respeto a estas criaturas, fueran motivo de culpas , del tragico suceso, sin determinar lo sucedido. Desde dela justicia observando lo social, como expresa el abogado defensor, el cierre era perfecto. El director lo lleva con muy buen tino la narracion, dejando en su recorrido, dudas y mas dudas de lo sucedido. Debemos poner en consideracion su banda sonora (coral), dialogos entre ellas, en el seminario (jovenes) y algunas otras pequeñas a considerar en su desarrollo, pero el objetivo principal de buscar justicia para la victima, justicia obstaculizada por una burocracia prejuiciosa de intereses sociales, esta lograda.