Jeff Zorrilla es un estadounidense que se encuentra viviendo actualmente es Buenos Aires, brinda clases en un taller de dirección de proyectos en formato Super 8 y acaba de proyectar su corto Tortillas, presentado en Cannes dentro de la muestra Straight 8, una selección de 8 cortometrajes de 8 minutos de duración cada uno, elegidos entre 126 films recibidos. Actualmente se encuentra terminando un proyecto de largometraje titulado Monger.
¿Cómo te enteraste de Straight8?
Por internet. Straigth8 es una muestra que se encarga de enviarte un rollo de Super 8 de 3:20 minutos de duración que tenés que utilizar con tu cámara y después enviárselos de vuelta. Se encargan de revelar la película y vos no podes ver la película hasta que ellos no la proyecten. Hay varios niveles y jurados interesantes como por ejemplo Edward Lachman (director de fotografía del films como Carol y Las Virgenes Suicidas) o Asif Kapadia (director de Amy), entre quienes decidieron que mi corto sea elegido para ser proyectado en Cannes.
O sea que esta será la primera vez que vas a ver tu trabajo culminado. Contanos acerca de eso.
Yo todavía no vi este proyecto y siento mucho orgullo por haber sido elegido. El corto fue filmado en México, con un proceso medio complicado ya que utilizo máscaras en la lente de la cámara visualizando todo en negro menos un círculo. Filmo todo, luego cambio la máscara, hago otro círculo y así tres veces.
Cada circulo está representado por un color, con verde filmo más la naturaleza, con rojo la ciudad y finalmente blanco (el más destacado) en el centro a las personas. A su vez, son los colores de la bandera mexicana.
¿Por qué tu decisión de filmar en Super 8, sabiendo que hoy es un formato costoso frente al digital que es más accesible?
Hay una gran revolución analógica ya que hay muchas personas que elegimos filmar en formato Super 8 en fílmico. Esto mismo le pregunto a mis alumnos del taller que realizo y la razón de cada uno es distinta. Hay algo más descontrolado y es una reacción en contra del digital. Según destaca el crítico cinematográfico J. Hoberman, el digital hoy es solo una versión de animación. Algo del proceso fotoquimico captura una realidad que perdimos en el mundo digital. Hay algo más natural y vivo en el fílmico, por eso lo elegimos. En Buenos Aires está el Club de Super8, es un movimiento muy interesante ya que filmamos y proyectamos en vivo entre amigos, las películas se cortan, se queman y es algo independiente y popular.
¿A partir de qué edad tuviste contacto con el formato Super 8?
Empecé en Nueva York, hace siete años. Soy estadounidense y vivo en Buenos Aires hace cinco años. En esa época cambié mi cámara digital por una de Super 8, siempre filmé, enviaba a revelar y luego digitalizar en Suecia, cuando llegué a Buenos Aires aprendí a cortar y editar en un taller.
¿Cuáles son tus expectativas sobre proyectar el corto en Cannes?
Mucha expectativa. Estoy muy contento, ya que somos los únicos que hemos filmado en fílmico en este gran festival. Por ejemplo, me pasa que voy caminando por la croisette con mi cámara de Super 8 y la gente me para por la calle, les parece interesante.
Tiene algo de nostálgico el formato, como sabrás, hay muchos impulsores para que siga existiendo al igual que el 35mm. Uno de los inconvenientes es que las salas ya no están equipadas como para poder proyectar el formato.
Sí, fuera de la nostalgia y el fetiche, es costoso. Pero somos muchos los locos a los que nos gusta y nos sentimos involucrados en esto. Está muy bueno el documental Side by Side, que cuenta acerca de esto. No tengo nada en contra del digital. Yo soy de la generación del VHS y digital, así que, en mi caso no sería por un tema de nostalgia.
Personalmente, me da mucha pena que las nuevas generaciones no vayan a conocer el fílmico, ya que de hecho nacieron en una época digital.
Sí, claro. Es como con el disco compacto, a mí me interesa el vinilo. Ciertos locos seguiremos interesados en lo no digital.
José Luis De Lorenzo
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