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Cine

Exterminio: La evolución (28 Years Later)

LA COMUNIDAD DESORGANIZADA

Hace 23 años, la primera Exterminio revitalizó el subgénero de zombies: los no muertos abandonaban su lentitud acostumbrada y se volvían rabiosos, veloces y, sobre todo, ingleses. En una época en la que el cine mainstream recién empezaba a animarse al digital, el registro de imagen en MiniDV (con una resolución irrisoria para estos tiempos de plataformas e inteligencias artificiales) era una elección audaz y práctica para narrar el caos, la inmediatez y el peligro de una epidemia que arrasaba Londres en tiempo récord.

Dos décadas después, es muy difícil encontrar en 28 Years Later algo de frescura. En el medio estuvieron una competente secuela dirigida por Juan Carlos Fresnadillo -mucho más cerca de la contención de Romero que de las acrobacias audiovisuales de Danny Boyle- y fenómeno The Walking Dead, con su explosión y subsecuente declive. Sin embargo, el mundo contemporáneo le ha dado a los zombies buenas razones para -valga la redundancia- regresar. Los conflictos internacionales ensombrecen el escenario global y alimentan relatos del apocalipsis, desde nuestra El eternauta hasta Civil War de Alex Garland (autor tanto de aquella primera Exterminio como de la que ocupa esta nota).

El otro elemento es conocido e ineludible: la pandemia. Si algo agitó la paranoia, el pánico y la fractura del lazo social fueron aquellos tiempos de cuarentena. Hoy por hoy, los zombies y el sálvese quien pueda que sobreviene con ellos resulta mucho más cercano.

Es muy probable que Danny Boyle haya tomado estos eventos como incentivo para regresar al universo de Exterminio, y toma decisiones estéticas para que el rayo caiga dos veces sobre el mismo sitio. No lo consigue, pero no por falta de intento. Boyle troca el MiniDv por un iPhone 15 y consigue, sorprendentemente, una textura bastante similar al Súper 8mm: sucia, áspera, arratonada. También revuelve en su bolsa de trucos para rescatar el “bullet time” (popularizado por las hermanas Wachowski en Matrix), que utiliza con un particular efecto de instantánea al momento de contar la muerte de los zombies. 

Si las elecciones de Boyle parecen gestos meramente estéticos,  es porque lo son. En su secuela de Trainspotting, Boyle todavía encontraba vetas para hablar de la contemporaneidad de una manera quizás menos brillante, más apocada, pero igualmente valiosa. Acá interrumpe la narración con secuencias de montaje llenas de florituras estéticas, proclives a la redundancia y el empantanamiento del relato. Estas irrupciones forman parte de su sintaxis habitual, sí, pero nunca se habían sentido tan fuera de lugar como acá. Tampoco lo ayuda el guion de Alex Garland, que hace varios años parece estar reescribiendo la película más solemne y fatalista posible, cayendo muchas veces del lado del ridículo.

La clave de lectura de esta Exterminio parece estar en “Boots”, un poema de Rudyard Kipling usado en prácticas de supervivencia por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial. A medida que el relato nos introduce en un emplazamiento de supervivientes organizado a la manera medieval (arco y flecha incluidos), Garland y Boyle procuran insertar su apocalipsis en el gran esquema de una cultura patriarcal, siempre lista para la guerra y la conquista. Para el pequeño Spike -el verdadero protagonista de esta película- que busca una cura para su madre enferma, la respuesta parece hallarse fuera de los límites de la comunidad. Un abismo discursivo media entre el “nadie se salva solo” de El eternauta y el individualismo desconfiado de Garland y Boyle. A su vez, el final -totalmente disruptivo en relación con lo que venimos viendo- promete una perspectiva más lúdica, desenfadada y punk respecto de la batalla contra los no muertos. Ojalá Garland y Boyule tomen conciencia de las posibilidades que ellos mismos están abriendo y se atrevan a abrazar otros colores. Los necesitan.

(Reino Unido, Estados Unidos, 2025)

Dirección: Danny Boyle. Guion: Alex Garland. Elenco: Jodie Comer, Aaron Taylor-Johnson, Ralph Fiennes. Producción: Bernard Bellew, Danny Boyle, Alex Garland, Andrew Macdonald, Peter Rice. Duración: 115 minutos.

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