Fish Tank (Reino Unido, 2009) según Florencia Gasparini Rey
Dirección y Guión: Andrea Arnold. Producción: Kees Kasander. Elenco: Katie Jarvis, Michael Fassbender, Kierston Wareing, Charlotte Collins. Duración: 124 minutos.
Mia es una adolescente de verdad. Tiene 15 años y todos los problemas posibles (y casi imposibles) de su edad: una madre que es igual o más adolescente que ella, que hace fiestas con amigos en el living de su casa, se emborracha y duerme todas las noches con un hombre distinto; problemas de integración con sus pares; expulsiones de la escuela… Pero no en vano se llama como la tigresa del rap, porque eso es lo que Mia es: una chica que “se la banca”, va al frente y no le teme a nada. Baila con la sensualidad de las mujeres que llevan la música negra en su sangre, y se enfrenta al mundo con actitud rebelde pero única y personal.
Un día mamá trae a casa a Connor, un hombre que parece que va a cambiarles la vida… en especial a Mia.
– “Tenés 15 años…”
– “¿Y eso qué importa cuando te gusta alguien?”
Entre Mia y Connor surge una relación particular, de padre e hija por momentos, para cubrir esa ausencia en la vida de la chica, pero por otra parte, de una fuerte pero prohibida tensión sexual. Connor y Mia se desean, pero de una manera casi incestuosa, peligrosa y a la vez irresistible. Hasta que cruzan la línea y los problemas no tardan en llegar. Porque bien dice el refrán popular, “el que duerme con niños, amanece mojado”. Y Mia, fiel a su personalidad, no podía quedarse de brazos cruzados cuando Connor se fue.
Fish Tank es una película precisa, el ejemplo exacto de que forma y contenido son inseparables y necesarios el uno del otro. La fotografía es fresca, prolija y a la vez arriesgada, acorde al estilo de los personajes y la historia. Y el sonido completa la narración de una manera que no redunda sino que acierta hasta el mínimo detalle, acompañado de un soundtrack con temas memorables del “black power”.
En la presentación del film, a cargo de Thierry Fremaux, presidente del Festival de Cannes, éste definió a esta directora como la “versión femenina de Ken Loach”, y es cierto que en este film se respira ese espíritu crítico de la sociedad británica, típico de la mirada de Loach, e incluso si miran bien hay un plano que remite directamente al título de la gran ganadora de Cannes 2006, The wind that shakes the barley (“El viento que sacude el prado”).
El despertar sexual, los problemas familiares y todos los conflictos característicos de la etapa más difícil de la vida, tratados con la inteligencia y el respeto que pocas veces el cine le da.
Una nota aparte: Sería bueno que la gente que hace programas para adolescentes en la televisión argentina tuviera esta mirada sobria para no seguir repitiendo estereotipos que cada vez se alejan más de la realidad.