Flamenco, Flamenco (España, 2010)
Dirección y guión: Carlos Saura. Producción: Juan Jesús Caballero y Javier Sánchez García. Elenco: Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Estrella Morente, José Mercé, entre otros. Distribuidora: IFA Cinema. Duración: 96 minutos.
¡Olé!
No es la primera vez que Carlos Saura aborda este género musical. Ya lo hizo hace catorce años con Flamenco. Bulerías, farrucas, martinetes, fandangos, todo estaba allí. Con la colaboración de una buena parte de los músicos que participaron en aquella película, Saura vuelve con su secuela, Flamenco, Flamenco. Actúan, entre otros, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar, Estrella Morente, José Mercé, Niña Pastori, Tomatito y Sara Baras. Claro, supongo que la mayoría de ustedes no deben saber, con excepción de De Lucía, quienes son estos artistas. A decir verdad, se trata de un film dirigido a los amantes del flamenco. Estos lo disfrutarán inconmensurablemente. ¿Qué nos queda a los demás?
En primer lugar, está Saura, ese creador incansable de subgéneros. Una comunión entre cine y música no constituye una empresa fácil, pero el director de Cría cuervos, Mamá Cumple Cien Años y Deprisa, Deprisa sabe de memoria cómo conseguirlo, simplemente porque, como Berlanga, como Buñuel, como Almodóvar, forma parte de esa elite de maestros absolutos que entregó el cine español a lo largo de su historia. Lo secunda el legendario director de fotografía Vittorio Storaro (cuyo currículum reúne trabajos tan disímiles como El Último Tango en París y Golpe al Corazón) para la confección de un mundo artificial y luminoso, que ostenta una multiplicidad de lenguajes artísticos.
En esa coyuntura bailan, cantan y tocan los intérpretes. Saura se inmiscuye con su cámara y la convierte en un instrumento más. El cine y la música se amalgaman perfectamente en un único fluido, conformando así un paralelismo con aquel concepto baziniano de “teatro filmado”: cuando la música es abordada correctamente por el cine, ambas disciplinas, lejos de cualquier anulación, reafirman sus respectivas naturalezas.
La sucesión de viejos y nuevos exponentes del flamenco se desarrolla a través de una exposición pictórica. Los músicos pasan a formar parte ya no sólo del cine sino también de la pintura. Toda la historia del flamenco está condensada en cada sonido, en cada color, en cada gesto. Los fantasmas de grandes estrellas ausentes como Pepe Marchena, Manolo Caracol y Lola flores se hacen presentes en ese aire recargado y exuberante.
Más allá de ser un documental sobre el flamenco, con todo lo que eso implica, Flamenco, Flamenco es el lujoso homenaje de un viejo y seguro lirista del cine al género musical más entrañable de la tierra que lo vio nacer. “Música filmada” de primer nivel al servicio de la nostalgia por aquello que fue inculcado en la infancia y que, con todo el peso de la tradición, evolucionó hasta nuestros días. Indispensable para los entendidos, así como para los iniciados.
Por Julián Tonelli