Homenaje a Frank Sinatra en Notorius
Voz y trompeta: Miguel Sinagra / Piano: Gustavo Silva / Saxo: Sebastián Mestre / Contrabajo: Sebastián Cassacio / Batería: Gustavo Goyeneche.
31 de Agosto del 2011.
Por Amor a Frankie II
Nunca me podría cansar de escucharlo a Frankie cantar. Por una letra de diferencia, Miguel Sinagra no es parte de la familia de Frankie, pero bien podría serlo.
No es La Voz ni tampoco un imitador. Aunque aparece vestido y peinado en el escenario como un wiseguy de los años ’50, es simplemente un argentino que decide hacerle un gran tributo al gran cantante de todos los tiempos.
Sinatra era sinonimo de elegancia, seducción y carisma. Sinagra logra transmitir lo mismo con su propia personalidad. Entornado la boca como aquellos cantantes de los años ’50 que sabían, que para destacarse debían poner todo el cuerpo al servicio de la música y el público. No es solamente tener pulmones o voz. Es porte. Y algo de eso se perdió hoy en día. No por nada es tan disfrutable ver a Tony Benett, Wayne Newton o Charles Aznavour. Son otra generación. No eran caras bonitas, había otra cosa ahí. Un esfuerzo que muchos cantantes hoy día dejan de lado para darle más importancia al show en sí. Y está bien, pero uno va a ver al cantante.
Sinagra recupera eso que daba Frank en el escenario. Notorius es un sitio de culto a esta altura, donde se puede disfrutar de un plato de comida gourmet y buena música.
La noche comenzó con “Lady is a Tramp” el tema que Lorenz Hart escribiera en 1937 para el musical de Richard Rodgers “Babes in Arms” y que Frank Sinatra inmortalizara a partir de los años ’50 con Ella Fitrzgerald.
A este clásico le siguieron otros no menos conocidos como: “I’ve got you under my skin”; “Witchcraft”; “Just in Time”; “Strangers in the Night”.
Hubo lugar para un tema cumbre del soul: “That’s Life” y a continuación el tremendo tema de Cole Porter, de quien Frankie cantó numerosas canciones: “Noght and Day”.
Para el intervalo, nos dejó solamente con el brillante acompañamiento musical de Gustavo Silva: “Let Me Try”, un tema no tan conocido, pero igual de bello.
Y el regreso arrancó con “la versión más corta de Fly Me to the Moon”. Palabras textuales del cantante.
Siguieron; “It Had to be You” (que acaso los más jovenes pueden asociar por ser el leit motiv de Cuando Harry Conoció a Sally); “All the Way” (de la película del mismo nombre); “For Once in My Life” y por supuesto no podía faltar “My Way”.
El broche de oro vino con un tema que se lo pedían, según cuenta tanto el carnicero como el kiosquero del barrio, y que el propio Frankie inmortalizara, aún cuando la canción había sido compuesta para Liza Minelli, (quien después de cantarla en la película de Scorsese, también haría dúo con Sinatra). Por supuesto: New York New York. Sin duda, fue el momento cumbre de la noche. No faltaron siquiera los coros.
Para cerrar un blues tampoco demasiado conocido, donde Sinagra le dio a sus músicos la oportunidad de destacarse.
El bis fue con otro de las grandes canciones que inmortalizara La Voz de los Viejos Ojos Azules: “All of Me” de Gerald Marks y Seymour Simons de 1931.
Sinagra puede ser que no tuviera el timbre de voz tan alto ni la raspera seductora de Frankie pero tiene mucho futuro. Además demuestra una gran versatilidad y talento como trompetista.
El resto de la banda estuvo realmente brillante, y como ya apunté las manos mágicas de Gustavo Silva al piano se llevan posiblemente la mitad del crédito por tan soberbia performance.
Como dije en la crítica de http://www.asalallenaonline.com.ar/teatro/criticas/2943-matame-de-nuevo.html cuando se trata de Sinatra, nada puede salir.
Cualquier noche acompañados por Frankie, se convierte en la noche perfecta.
