Dirección: Gastón Czmuch, Valeria Vogt. Actúan: Ayelén Rubio y Gustavo Enrietti. Dramaturgista: Laura Nores. Diseño y construcción de objetos animados: Omayra Martínez Garzón. Vestuario (diseño y realización): Lidia Navarro y Valeria Simantob. Pelucas: Lucía Lossada. Diseño de iluminación: Jessica Tortul. Diseño y realización de objetos iluminados: José Luis Espiñeira. Diseño y realización de escenografía: Lucía Lossada. FX: Jorge Calvo. Fotografía: Valeria Arévalos. Reel: Agustín Bobillo. Musicalización: Gastón Czmuch y Valeria Vogt. Producción ejecutiva: Rebeca Kohen. Producción artística: Laura Nores.
Navidad edípica.
Las navidades suelen ser conflictivas, pasa en las mejores familias. Detrás de los rituales religiosos y la oferta consumista, se ponen sobre el tapete asuntos no resueltos en los lazos familiares y amorosos. Muchas veces, la verdad y la mentira entran en un juego simbólico, donde la línea divisoria es muy difusa. ¿Cuánto hay de verdad en la mentira?
Juegos Profanos, El Infierno, aborda la temática de la fantasía y realidad desde un lugar lúdico, que no deja de denunciar lo siniestra que se vuelven algunas relaciones, cuando el corte es fallido y se cae irremediablemente en la simbiosis asfixiante. La obra teatral despliega el inconsciente a flor de piel, sin ese velo que nos ofrece la represión para poder seguir viviendo, enamorarnos y salir a la exogamia.
Saúl y Alma, preparan la cena navideña. Un poco en juego y un poco en verdad van denunciando cosas que remiten a un pasado macabro. Están absolutamente pegados cual siameses por secretos que comparten, pero a su vez terriblemente desencontrados. Con ribetes de surrealismo, melodrama, humor negro y hasta en formato de culebrón, los directores Gastón Czmuch y Valeria Vogt, nos presentan un relato por demás entretenido que nos preserva de ahogarnos en una historia absolutamente cruda y locamente real.
No falta nada: incesto, parricidio, cadáveres vivos y sujetos muertos en vida. Lo interesante de la propuesta es como se va narrando la historia, al principio exige un ejercicio intelectual del espectador para poder pesquisar de qué van estos dos personajes tan extravagantes, no se sabe si son pareja, hermanos, amantes, o todo eso junto. Genera mucha intriga el resto de los invitados, quienes no están invitados pero van a ser testigos del secreto más guardado por esta dupla. De a poco las fichas van cayendo, la narración va tomando forma, aunque sea de manera disparatada, el humor se vuelve intensamente dramático, las verdades son develadas, el juego se torna cada vez más peligroso y la navidad toma su status de farsa social.
El gran trabajo interpretativo de Gustavo Enrietti y Ayelén Rubio ofrece gran ductilidad a los personajes con amplia variedad de registros actorales que permiten empatizar con los mismos más allá de la locura que están desplegando en el escenario.
Una obra fuerte, movilizadora, pero que no pierde agilidad narrativa en ningún momento y que, a pesar de denunciar lo paralizante que suele ser la institución familiar, no deja de ser una comedia para reírnos de nosotros mismos y de la propia locura que llevamos en el inconsciente
Teatro: Teatro Brilla Cordelia – Juan Domingo Perón 1926
Funciones: Viernes 21 Hs.
Entrada: $70