(Crítica previamente publicada con motivo de exhibición en el 49º New York Film Festival: http://www.asalallenaonline.com.ar/festivales-cine/49o-new-york-film-festival/3216-49o-new-york-film-festival-cronica-no8.html )
¿Scorsese llevando al cine una historia infantil?
Si. El alguna vez considerado realizador de “films violentos”, catálogo que también se le ha puesto a DePalma, Walter Hill y tantos otros, por el calibre de agresividad de algunos de sus trabajos, pero quien con el correr de los años, no ha dejado duda que como realizador bien podría aventurarse en cualquier género dentro del que desee incursionar.
El aquí alababo ha llevado a la pantalla biografías, documentales musicales, sin ir más lejos uno de ellos ha sido presentado en este festival (George Harrison: Living in the Material World) y films de género, film noirs, bio pics, de época. Sólo le faltaba probar con las nuevas tecnologías digitales y el uso del 3D, técnica que empezaron a utilizar ahora directores como Wim Wenders, Werner Herzog y Coppola, donde también surgió un interés del veterano Bertolucci, quien filnalmente ha desestimado esta opción. Scorsese es un director que a través de los años ha sido uno de los íconos dentro de Hollywood, no sólo por su ejemplar filmografía sino por su actitud y presentismo a la hora de vincularse a la preservación del celuloide.
“Save the Reels” ha sido un artículo que ha girado a través del globo donde este hizo tomar conciencia a varias instituciones que creyeron en su proyecto, se concientizaron sobre el material histórico y cultural que se perdería a lo largo de los años si no se hacia algo a tiempo. En muchas obras, inclusive no tan antiguas, el deterioro de los masters era abismal. Con toda esta introducción quiero referirme a su anterior desvinculación al cine digital, Scosese tardó en aceptar al igual que mucho de otros cineastas, aceptar que el futuro del cine, por más que nos pese a muchos, sería el digital. Si, no hay comparación entre una tecnología y otra, los colores, la estética, los movimiento, podríamos detenernos a hablar del asunto indeterminadamente.
Con La Invención de Hugo Cabret, Scorsese va por partida doble, se renueva y encima hace uso del efecto en tres dimensiones como bien estudioso que es, en calidad de darle una significación al film, no utilizado en demasía ni para crear climas que quieran invadir al espectador. Los planos elegidos para utilizarlo sumergen al espectador en la historia, no distraen ni tampoco deslumbran.
Hugo narra la historia de un niño huérfano que se ha encontrado con el trabajo de su padre inconcluso, una figura de herrería, maquinaria deteriorada que gracias a las habilidades del pequeño ladrón podría ser reparada, salvo por la falta de una llave con forma de corazón, encargada de darle vida al elemento. Hugo juega con la premisa de ser un Robin Hood infantil, su lugar de travesuras y atracos varios reside en una estación de tren, constante pesadilla por sus noches debido a la enorme esctructura móvil a combustión que le hace relucir sus más temidos miedos. Dentro de los particulares personajes que encontramos en el edificio, se encuentran un temeroso guardia, opaco y ridiculizado (Sacha Baron Coen), un vendedor de antigüedades (Ben Kingsley), una niña y todos aquellos niños huérfanos que deambulan la estación hasta ser alcanzados por el guardia y encomendados a una de las más temibles orfanatos, linda referencia a Oliver Twist.
Alcanza el momento donde Hugo rota, cambia su eje de partida para interiorizarse en una experiencia cinematográfica dentro de otra del mismo estilo y magnitud que termina por dejando muy pequeña a la línea argumental inicial, en ella, sinceramente no se ve mayor rasgo de la mano de Scorsese mas que su amor por el séptimo arte. A modo de enciclopedia se nos muestran los inicios del cine, la visión de los Hnos. Lumiere y George Mèlies a quien en gran parte este film está dedicado. No recuerdo otro film que recree estos momentos tan lúcidamente, con tanta magia y amor. IUna recreación excepcional. Demostrando que el cine puede convertirse en algo mayor que una pasión, no sólo alimentar el alma del cineasta sino también desproveerla, acariciarla apenas y dejarla vacía ante la misma falta. Los fragmentos de historia del cine que Hugo recopila, editados en el film pasan por El Viaje a la Luna, revisionando experiencias de su filmación, se explica la noción del deterioro, de la pérdida del metraje y de las obras de un artista como nunca antes visto.
Es asi como Scorsese se valió de una pequeña historia con un pequeño para contar algo tan grande y magnánimo como es el comienzo de la historia del cine. Otros como los hombre K, Malick y Kubrik se han detenido en pretensiosas miradas sobre el inicio o sentido de la vida, Scorsese quizás con igual pretención pero mayor objetividad se dirigió de lleno a un suceso único y particular.
Ojalá este film sirva para que nuevas generaciones se enteren que el cine se creó antes que Spielberg, Tarantino y Volver al Futuro, a veces es mejor volver al pasado…
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