(México/ Francia, 2013)
Dirección y Guión: Claudia Sainte-Luce. Elenco: Lisa Owen, Ximena Ayala, Sonia Franco, Wendy Guillén, Andrea Baeza, Cynthia Bordes y Vera Wilson. Producción: Ruby Castillo y Christian Kregel. Distribuidora: Independiente. Duración: 89 minutos.
Los “peces gato”, llamados así por sus extraños y simpáticos bigotes, comprenden 33 familias, 400 géneros y más de 3093 especies. Algunos viven en agua dulce, otros en agua marina. Algunos son africanos, otros asiáticos o americanos. Y sin embargo a todos se los llama “peces gato”, porque hay algo insólito en ellos que los une.
Los Insólitos Peces Gato cuenta una historia mucho más cercana a estos fríos datos biológicos de lo que parecería a simple vista. Su personaje principal, Claudia, es una joven tímida y solitaria. Se pasa sus días vendiendo cera o salchichas en stands de supermercados y sus noches retorciéndose de dolor por un insoportable dolor de panza. Tras ir al hospital, se encuentra con que su apéndice la ataca. La apendicectomía se realiza sin pena ni gloria, como toda operación menor hoy día.
Pero su pasada por el hospital le deja otra cosa. Es allí donde Claudia conoce a Marta, una mujer que le lleva aproximadamente unos treinta años; es difícil decir con exactitud, dado que el HIV ha deteriorado considerablemente su semblante. A Marta se la ve, inexplicablemente, tan enferma como feliz, tan agotada como en paz. Sus cuatro hijos, lejos de enloquecerla y cansarla aún más, la rejuvenecen. Al final del día, es su hija mayor Alejandra quien más preocupada vive, mientras que Wendy, Mariana y Armando se preocupan simplemente por ser niños; por lograr que los dejen ir a una fiesta, por practicar pasos de baile que están de moda frente al televisor o por cómo se siente un beso por dentro, como pregunta Armando en uno de los momentos más tiernos de la película.
Claudia, por su parte, sufre la soledad desde siempre, y sabe muy bien que es un mal que no puede extirparse con ninguna cirugía. Sí, sin embargo, puede erradicarse con una disfuncional familia de cinco. Es innegable que la casa de Marta es siempre un descontrol pero lo curioso es que es en este descontrol y esta extraña dinámica donde yace la normalidad, donde la película se luce. Y es que Los Insólitos Peces Gato no es una película sobre una madre muriendo de HIV, sino sobre una mujer viviendo con él. Cuando de una enfermedad como esta se trata, el melodrama es difícil de eludir, pero Sainte-Luce logra esquivarlo con una película que zigzaguea entre un amplio espectro de emociones, desde pequeños momentos de paz hasta desesperantes momentos en los que la enfermedad asoma amenazante.
Con una honestidad destacable, Sainte-Luce hace un exquisito debut en cines. Lisa Owen, quien representa a Marta, es realmente fantástica, y el resto del elenco hace también un gran trabajo. Los Insólitos Peces Gato logra sacudir al espectador con una historia emotiva sin golpes bajos. Es un ensayo sobre la soledad, sobre la familia, sobre cómo ésta va mucho más allá de un apellido o una secuencia genética; después de todo, los chicos son hijos de padres distintos, y al terminar la película es innegable que Claudia ya es parte de ella. Parece que, tal como los peces gato que Armando tiene de mascota, una familia puede estar compuesta por una amplia variedad de especies y géneros distintos, y a algunas nada -ni siquiera una enfermedad crónica- puede disolverlas.
Por Verónica Stewart