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CRÍTICAS - CINE

Mi Primera Boda, según Julia Panigazzi

When you’re smilin’ :The whole world smiles with you.

El segundo film de Ariel Winograd promete ser el regreso de la comedia nacional a la pantalla grande, se trata de una serie de situaciones que se dan en torno a la boda mixta de Adrian, judío no practicante y Leonora, católica no practicante. A su alrededor prevalece  la familia típica de ambos y sus amigos a la espera del pináculo de una ceremonia  que se retrasa cada vez mas poniendo en duda el amor y el compromiso del novio. El resultado es  un film que entretiene sin caer en lo obvio ni en la utilización del chascarrillo escatológico o procaz con un grupo de actores envidiable que funciona a la perfección.

De elenco variado, para todos los gustos, Mi primera Boda deja satisfecho a más de uno: a quien gusta de Daniel Hendler, quien no termina de explotar nunca su papel del eterno perteneciente a la cole, al cual nos tiene muy bien acostumbrados desde films como Esperando el Mesias (2000) , El Abrazo Partido (2004) , Derecho de Familia (2006) y Cara de Queso , Mi primer Ghetto ( 2006 ) esta última también de Winograd. Hendler se destaca por representar personajes que se esfuerzan demasiado por mantener la seriedad, derivando  siempre en un antihéroe adorable, un ejemplo es su personaje de Ezequiel en el film de Szifrón El Fondo del Mar (2003) en el cual se empeña por seguir al amante de su novia lastimándose una y otra vez, jugando al detective. En Mi Primera Boda sucede algo parecido, durante gran parte del film, Adrian trata de patear más adelante la decepción que sufrirá en algún momento Leonora al encontrarse con él mismo como marido,  entonces busca desesperadamente el pequeño y resbaladizo  macguffin  poniéndose en evidencia una y otra vez.

Su gran compañero de fórmula es su adolescente y bien intencionado primo, un papel que desarrolla con habilidad  Martín Piroyansky, quien supo romper arquetipos en XXY (2007) con el dificil papel de Alvaro. Sin duda aquí, con tan solo dos líneas con cualquiera de los dos protagonistas , Martín logra desatar la carcajada . Se destaca de principio a fin.

Otro tipo de humor y de tiempos son los que maneja Natalia Oreiro, al principio cuesta seguirla, luego se va soltando y se puede identificar con un tipo de mujer que no acepta cambios ni nada que no haya sido supervisado por ella. Soledad Sylveira es su despreocupada madre, logrando escenas  solidas junto a ella. Tambien está Muriel Santa Ana,  es la amiga incondicional , actriz efectiva y  que podría haber sido mejor aprovechada junto con la sensual y enigmática niña santa Maria Alche. Esta última se presenta de la mano de Imanol  Arias, quien personifica el pasado de Leonora, su ex pareja, amante y profesor, cachondo y maldito, cumple su rol a la perfección destacándose una conversación con su actual joven pareja, en la cual da su punto de vista sobre los componentes de una boda. Quienes se pierden un poco en el camino son el grupete de amigos de Adrián: Sebastian De Caro, Clemente Cancela  y Alan Sabbagh quienes van casi todos en la misma línea de humor, junto con el DJ Iair Said. Es el tipo de humor que queda un poco incompleto y que el público espera ver con mayor desarrollo.

Un párrafo aparte merece lo atinado de completar un elenco de una comedia argentina con dos Luthiers como Marcos Mundstock como el padre católico y Daniel Rabinovich como el  rabino, ambos oficiaran la boda pero antes pasarán, para deleite del público, un tiempo juntos en el remis donde compartirán una serie de opiniones sobre la génesis y la religión.

Si bien cuenta con algunas secuencias incompletas, pero sin demasiada importancia, Mi Primera Boda logra contar una historia en la que conviven una agradable variedad de personajes muy diferentes entre sí, que logra sincronizar a la perfección un guionista, más televisivo que cinematográfico, llamado Patricio Vega, quien, si bien algunas líneas o acciones del guión, remiten a films estadounidenses, permite prevalecer la impronta argenta en el diálogo. Es también admirable un trabajo tan acertado en el uso del ritmo, teniendo un elenco tan vasto, distinto y delicado . Mi Primera Boda es el tipo de comedia nacional que estábamos esperando hace rato en carteleras, mantiene el fotograma del cine argentino caliente, otorgándole una nueva oportunidad a la comedia en nuestro país.

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