PRIMERAS RECOMENDACIONES
“Cine de autor”, “cine comercial”, “cine no comercial”: categorías con problemas y que generan más problemas, más divisiones, más encierros alrededor del cine y las películas. El cine y las películas y los espectadores fuimos mejores cuando al hablar de cine hablábamos sin tantas fronteras muchas veces falsas, muchas otras veces haraganas. Hoy en día, mucha gente llama “cine no comercial” a casi cualquier película europea, y no pocas veces quedan bajo esa etiqueta unos cuantos éxitos. Pero lo antedicho tampoco tiene mucho sentido: lo “comercial” y el éxito o el fracaso, además, no tienen relaciones causales tan claras ni tan lógicas; esto de las divisiones suele empezar a fallar apenas se intenta ponerlo a andar. Aquí, en este espacio de recomendaciones, intentaremos pensar de formas más amplias, que muestren la diversidad del cine, que va mucho más allá de tres o cuatro etiquetas. Así, con la variedad como clave, está pensado el catálogo de QubitTV. Y lo que queremos es que las películas sigan enamorando a los espectadores, y que vuelvan a enamorar a los que dejaron de verlas porque “no hay nada para ver”, y que consigan nuevos apasionados, que haya nuevos amantes del cine.
Aquí vamos, entonces, con un par de recomendaciones (aunque siempre tienen la muy tentadora posibilidad de darle play a algo de forma más impulsiva).
- Transit. Christian Petzold es uno de los grandes directores de la actualidad, uno de esos que hoy en día debería ser tan famoso como Almodóvar. ¿Por qué citamos a Almodóvar? Porque es uno de los últimos directores-autores en lograr reconocimiento mundial, antes de que el cine empezara a circular cada vez menos, a basarse más en “lo ya conocido” y a prestar menos atención a todo lo valioso que iba surgiendo. Pero como Petzold es alemán, podríamos haber dicho también Wim Wenders para ejemplificar. Transit es un melodrama con un coraje tal que hasta la ambientación de época pasa a ser una posibilidad de liberación. Estas son algunas de las cosas que escribí cuando la película se estrenó en el cine en Argentina: “El amor como anhelo imposible, el doble y los fantasmas; Casablanca y Hitchcock, y también Truffaut y el melodrama clásico americano, ese que algunos europeos ayudaron a hacer grande. Transit es una película osada que nos recuerda que hay que confiar en los relatos, que nos hace dudar del tiempo en que ocurren estos hechos atrapantes con un manejo magistral y estratégico de la cadencia narrativa, y que nos posiciona como espectadores inestables. La Segunda Guerra Mundial opera como fondo fantasmático, sin su peso en las peripecias históricas sino en el tono, en el sentido agónico de cada decisión. Transit es una película para reconciliarse con el cine”.
2. El acto en cuestión. Otra categoría que suele usarse al hablar de cine y subdividirlo es “cine argentino”. Bueno, pero esta categoría es más es lógica, hay una mayor certeza, una mejor y mayor precisión: hay cine de determinados países. Todavía lo hay, a pesar de la sombra amenazante de tanto cine “global”. El acto en cuestión es cine argentino, del argentino Alejandro Agresti, que vivió e hizo cine en Holanda, y también en Hollywood. Pero El acto en cuestión es una de esas películas que hasta nos hicieron creer en el cine argentino cuando estuvo a punto de extinguirse a mediados de los noventa; una de esas películas míticas, que tuvo caminos extraños… Pero de eso ya podrán enterarse después de verla, fascinarse, reírse y -llegado el caso- preguntarse cómo es que no sabían que existía esta maravilla.
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