INTENSIDADES
Se acerca uno de los meses más atareados del año, marzo. Es en promedio, dicen con diversos argumentos, un mes particularmente estresante. Y los últimos días de febrero se tiñen de esa tensión, se inundan de esa opresión de marzo. Entonces podríamos aprovechar para recomendar películas que ayuden a calmar el espíritu. Pero… ¿qué película calma? ¿La película calma o la película intensa? Aquí hemos decidido, con criterios altamente científicos, que la mejor clase de película para ver en estos días no es la calma y reposada sino la intensa, la que golpea fuerte. Después de estas experiencias quizás hasta sobrevenga la calma. Bueno, con estas u otras excusas, aquí tienen esta selección de intensidades.
1. Freddy contra Jason, o Freddy vs. Jason, de Ronny Yu. Intensidad terrorífica y cómica, y también festiva y descarada, con íconos de los ochenta peleando en el siglo XXI. Es decir unos asesinos intentando asesinarse, una pelea de malos…
2. Killer Joe, dirigida por William Friedkin (el mismo señor de El exorcista y de Contacto en Francia, nada menos), una película sobresaliente, salvaje y de una potencia bestial. Otra película intensa, brutalmente texana, con un policía (y asesino a sueldo) interpretado por Matthew McConaughey. El personaje del título es “Killer Joe Cooper”, y es de temer. Es perverso, torvo, retorcido, y para mayores escalofríos McConaughey usa su capacidad de pasar de “rubio canchero” a la maldad explosiva y tóxica en pocos segundos.
3. Mad Max: Furia en el camino. Es una película fundamental de cualquier selección de cine de alta intensidad. Mad Max siglo XXI es cine prodigioso, algo pocas veces desarrollado y explotado de esta manera, un film de alguien que puede ver en grande, y en grandeza expansiva, de un director en extremo singular: George Miller. Es una película en la que hay muchas muertes, muchos golpes, caídas, heridas, tiros, arrebatos explosivos, persecuciones más que sorprendentes, velocidad endemoniada. Es una road movie circular, que apenas acepta un sólo lugar para detenerse. Una película con apetito e imaginación por y para la destrucción, para la intensidad más extrema. Si no la vieron, corran rápido, muy rápido a verla.
4. Y para terminar una experiencia intensamente festiva, de esas que incluso pueden darnos ganas de ponernos a aplaudir a intervalos cada vez más cortos: Cinco muñecas para la luna de agosto (5 bambole per la luna d’agosto), gloriosa película de 1969 del señor Mario Bava. Gloriosa, divertida, placentera, imaginativa, desatada, osada, intensa, con una gran confianza en el humor y en el poder del shock, con diálogos sin corrección política alguna. Un cine que hoy cuesta creer que haya existido, que se impone con plena evidencia como magistral en su extravagancia feliz, con el sello de un director intensamente extraordinario.
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