Radioman
(Reino Unido, 2012)
Dirección:
Mary Kerr. Duración: 70 minutos.
“Cuando conoces a Radioman,
sabes que lo has logrado” dice George Clooney a cámara, presentando a nuestro
excéntrico y adorable personaje. Este hombre con una radio que cuelga de su
cuello, que va a todos lados con su inseparable buddy -su bicicleta-, se
reconoce a sí mismo como un amante del cine y de los rodajes, un “cazador” de
sets en los alrededores de Nueva York. Pero detesta a los paparazzi y los
coleccionistas de autógrafos, no, no nos confundamos. Él es un verdadero
apasionado del mundo del cine, de su cocina. El cine lo ha salvado del
alcoholismo y la indigencia, a pesar de que algunas personas cuando lo ven
suponen que todavía lo es. El tipo se la pasa comiendo de los mejores caterings
de rodajes como Recuérdame con
Robert Pattinson, donde Radio –como lo conocen sus famosos amigos- tiene una
pequeñita aparición. En ese rodaje hace
uno de los mejores chistes de toda la película: no entiende lo que ven en el
ídolo adolescente las miles de chicas que van al rodaje día a día, y luego dice
que a él le parece anémico.
Radioman es
otro caso en donde el personaje supera a la persona, como pasa con El Gran Simulador. El hombre logró más
de cien roles en películas que incluyen las de Spierlberg, Ron Howard y
Scorsese –o Marty para él- para el único que se afeitó la barba y se cortó el
pelo, pero que le valió su momento en pantalla en La Isla Siniestra, como uno de los pacientes más terroríficos de
aquella institución, al que incluso Di Caprio le dirige una mirada.
Los set de rodajes en Nueva
York son su hogar y los directores y actores –la crew-, su familia. Radio es un
personaje que refleja lo que es vivir por y para el cine, sin el cual a veces podemos
sentirnos solos y desprotegidos, como le pasa a él cada vez que termina una
jornada y regresa a donde vive. Pero que no es su hogar, porque ese es el cine.
Por Elena Marina D’Aquila
