LONDRES EN INTERIORES
Y claro, Londres no era una fiesta pese a las minifaldas y la música. Todo lo contrario y más aún si por ese entonces llegaría Roman Polanski luego de su gran opera prima en el largo, El cuchillo bajo el agua, con colaboración y se presume importante de Jerzy Skolimowski en el guion. Y Roman, antes del maravilloso viaje por el absurdo de Cul-de-sac plantó bandera en esas calles pero más que nada en los interiores de una ciudad luminosa y vital que poco se percibe en los interiores de Repulsión.
Y es que la psiquis de Carol Ledoux, manicura, tambalea desde el inicio de la película a través de su mirada, sus silencios, su esquivo contacto físico con un otro, sus relaciones laborales, sus esporádicas caminatas. Carol se siente más cómoda a solas y en su departamento, en silencio y no rodeada de clientas exigentes en el ámbito laboral. Tampoco cuando se encuentra con su hermana y menos con la pareja de ella y los coqueteos sexuales de ambos que la blonda manicura rechaza abiertamente.
Ya en el lugar de trabajo Carol provocará más de un disgusto a su jefa. La sangre en blanco y negro brotará de manera espeluzante en ese espacio público ante la sorpresa de propios y extraños. Pero el anuncio de un viaje de su hermana y pareja acrecentará las fobias y miedos de Carol, solita y al cuidado de ese espacio privado que se alquila y que será visitado por dos hombres.
En esta segunda mitad de Repulsión, cobran relevancia ambas visitas, la del novio de Carol y la del administrador del lugar, donde el gran Roman suelta su cámara maligna para mostrar dos crímenes donde el mero exhibicionismo deja lugar a la sutileza y el fuera de campo. Más que dos crueles asesinatos se trata de un par de crímenes propiciados por una mente desequilbrada y sin retorno como la de la protagonista.
Vaya si las paredes oyen en esta primera inserción de Polanski en la trilogía departamental. Oyen y más que eso desde la mente perturbada de Carol que tendrá sus herencias en dos obras maestras como El bebé de Rosemary y El inquilino.
Vaya si la banda de sonido de Chico Hamilton adquiere un rol protagónico determinante en cada una de las complejas situaciones que vive la joven manicura.
Y vaya si la hiper hermosa Catherine Deneuve fue el rostro y la figura ideal para encarnar a Carol Ledoux.
Sin ella, Repulsión sería otra película, ni mejor ni peor, otra.
(Reino Unido, 1965)
Dirección: Roman Polanski. Guion: Roman Polanski, Gerard Brach. Elenco: Catherine Deneuve, Ian Hendry, John Fraser. Producción: Gene Gutowski. Duración: 105 minutos.
1 comentario en “Repulsión”
Buen cierre de la critica. Y vaya si la hiper hermosa Catherine Deneuve fue el rostro y la figura ideal para encarnar a Carol Ledoux.Sin ella, Repulsión sería otra película, ni mejor ni peor, otra.