Sobreviven (EEUU, 1988), de John Carpenter
Hay películas que
no pierden vigencia y cuyo mensaje se enfatiza – y comprende mejor – con
el correr de los años que en el momento del estreno.
Sobreviven
es posiblemente LA obra maestra de Carpenter. Esa película
inclasificable, que debería encasillar lisa y llanamente como sátira
política porque no entra en el terreno del horror ni la ciencia ficción.
Los humanos se vuelven cada vez más esclavos de la televisión y
el consumo. Un hombre sin nombre llega desempleado a Los Angeles, y
sobreviviendo en un hogar comunitario descubre un complot para
desenmascarar a un grupo de extraterrestres que se hacen pasar por
humanos para obligarnos a consumir y obedecer cualquier cosa.
Mostrar
a todos los ejecutivos, dueños de empresas, y capataces como
extraterrestres que nos están consumiendo a nosotros es acaso la mejor
metáfora sobre el peligro del capitalismo. Una metáfora sobre la
influencia de los medios, y el abuso de poder, de lo que se oculta
debajo de cada mensaje, lo subliminal.
Planteada como una
homenaje a las invasiones de los años 50 y una crítica de la crítica al
comunismo de esa misma década, Sobreviven tiene a un Carpenter sin freno
que critica todos los íconos y destroza al consumismo estadounidense.
Divertida, original, entretenida, llena de citas y homenajes cinéfilos.
Un
western que bien podría haber servido de influencia de Aliens vs
Cowboys, oero que transcurre en la actualidad… o mejor dicho en 1988.
Aunque, bien podría haber transcurrido un par de horas. Nada cambia.
Obra maltratada por la crítica y el público de entonces, hoy goza de ser
objeto de culto y acaso la mejor muestra de la ideologíaa política de
su realizador
