Soi
Cumbio (Argentina, 2011)
Dirección
y Guión: Andrea Yannino. Producción:
Nicolás Avruj, Diego Lerman, Andrea Yannino. Elenco: Agustina Vivero, Rubén Vivero, Fany Medina. Duración: 75 minutos.
Versión extendida de nota
previamente publicada en www.DiarioVeloz.com
La temática del éxito mediático
se ve reflejada en el documental argentino de la directora Andrea Yannino Soi Cumbio,
recientemente exhibido en el pasado BAFICI. El film abarca la instancia en que Cumbio,
una niña flogger se vió envuelta en un fenómeno que bien pudo llevar adelante teniendo
en cuenta su temprana edad, una instancia que generó millones de visitas via
internet, entrevistas para gráfica, tv, publicidades de prestigiosas marcas de
calzado deportivo y hasta traspasar continentes. La popular sobre-exposición es
aquí enfocada sobre la cotideaneidad, la mirada de sus padres, el alrededor
conformado por amigos, su entonces novia y seguidores.
Cumbio se convirtió en
un fenómeno, y lo que aquí se evidencia es que desde el humilde lugar en que se
vió situada, muchos aprovecharon la mediática situación para valerse de shows
que convocaban a toda una generación que se veía reflejada en ella, que
consumía los mismos productos como es la vestimenta, corte de cabello, gustos
musicales y tecnología digital, virtual y telefónica. Soi Cumbio, nos muesta
bien de cerca el panorama de la demonización de los medios, la fascinación de
personas humildes por entrar en lo que para la televisión es la fama, y el reconocimiento
inmediato, una movida cultural flash.
Cumbio es Agustina Viveo,
apodada asi por su gusto sobre el género musical, su página de internet alcanzó
picos de millones de seguidores, quienes atentos a los movimientos de la
adolescente acuden a toda convocatoria realizada con el simple objetivo de
romper la barrera digital y conocerse personalmente, toarse fotografías, firmar
autógrafos y convertirse así en un ídolo o referente juvenil. En cierta manera
representante de una juventud no escuchada por los mayores, especialmente los
padres, su devenir en comunicadora de una parte de la sociedad lo vió
involucrada en recorridos por el interior de nuestro país, convocando a charlas
y debates como así a tortuosas operaciones de lugares bailables para convocar
público gracias a su presencia y como denuncia ésta en el documental, volver a
su casa con tan solo cien pesos. Cumbio, por momentos, sólo apreciables en este delicado documental
muestra su faceta interna, la de ser hija. Alli la cámara observadora de Andrea
Yanino no urga, sólo documenta rostros, gestos, conversaciones que terminan por
mostrar las flaquezas de Cumbio, como toda persona frente a un fenómeno que la
sobrepasa. La fama es hermosa si se la sabe manejar, pero esta, escapa de sus
manos. Un gesto de cariño hacia su madre, sólo llega ante un escrito en su
sitio de internet, no con un abrazo ni un beso. Cumbio siente, cuida a su
novia, la cela y distingue claramente al responder a periodistas sobre su intimidad,
sexualidad y definición. En cierta manera, y teniendo su edad, le tapa la boca
a mas de uno.
Soi
Cumbio es un documento valorable a la hora de querer entender
qué es un blog, un fotolog, una web site, cómo son administradas, qué generan
del otro lado, quienes las consumen, y el poder de esta no ya tan novedad que
revolucionó la era digital tras el advenimiento de internet. Las nuevas formas
de colectividades a través de distintos caminos y maneras de establecer el
vínculo.
delorenzo@asalallenaonline.com.ar
Soi Cumbio es el
primer largometraje de la directora Andrea Yannino. Documental de 75 minutos
que retrata una fragmento de la vida de la otrora adolescente Agustina Vivero,
alias Cumbio, cuyo devenir flogger la llevó a una inesperada popularidad
algunos años atrás.
El relato que
vemos, nos ofrece a Cumbio desde las diferentes relaciones que sostiene con sus
padres, amigos, novia, periodistas, seguidores, colegio y medios de
comunicación; en el momento en que la fama la descubre. Así veremos como, una
vez más, tanto la televisión como la prensa escrita demuestran su interés, al
hacer foco en el fenómeno para servirse de este hasta agotarlo.Soy Cumbio
refleja la multiplicidad de relaciones que evidencian las diferentes instituciones
que conforman nuestra sociedad y a través de las cuales los sujetos crecen, se
desarrollan y se reproducen: familia, escuela, pareja, pares. Instituciones que,
como ya sabemos, se han visto desequilibradas con el advenimiento de la llamada
cultura 2.0 que instala una nueva modalidad de relación entre quienes se
internan y comunican a través de ellas. Esta nueva forma de relacionarse, a
través de chats, blogs, fotologs, mensajes de texto, e-mails y auriculares en
eterno funcionamiento, que es a juicio de quien escribe, una nueva modalidad de
alienación, está modesta pero correctamente construida por Andrea Yannino. La
virtud del documental reside en que es a través del tratamiento de la imagen
que percibimos las vertiginosas vivencias tristes y alegres de la adolescente
protagonista. Lejos de todo juicio de valor sobre el personaje y prescindiendo
de la habitual voz en off del género, es en la utilización del montaje por
corte directo, los movimientos de cámara veloces que obligan a una pérdida de
foco que se demora en restablecer, y una iluminación que pareciera denotar la
misma espontaneidad que Cumbio en sus expresiones, que la película encuentra su
mayor valor. Existe en la imagen una homologación a la protagonista en tanto
invita a preguntarse cuál es o ha sido el rol de las instituciones en la vida
de los adolescentes en general.
Soy Cumbio
utiliza material rodado con Agustina Vivero y su familia en la propia casa y
alrededores, al que intercala fragmentos de archivo periodístico que dan cuenta
del momento de breve fama de la joven que la ha llevado, incluso, a publicar un
libro cuyos compradores formaron largas colas para conseguir la firma de la
autora. El material documental muestra el mismo respeto que se evidencia en la
elaboración de la película, pues sabemos que en todo rodaje existe una puesta
de cámara sostenida por una decisión y elección previa; y en este registro, el
documental, Andrea Yannino, comprende la
inmediatez del contacto entre personas y a la vez el vacío comunicacional.
Por Larisa Rivarola