Soy Mucho Mejor que
Vos
(Chile, 2013, 85´) de Che Sandoval
En
Te Creís la más linda (pero eres la más
puta), Cristóbal era un personaje secundario, en este nuevo filme del Che
Sandoval, ahora es el protagonista. Un hombre que es recientemente abandonado
por su mujer que lo dejó por un proyecto laboral en España, y debe atravesar el
duelo como pueda. Pero claro, como el duelo amoroso, a diferencia del real, el
objeto perdido sigue vivo, el siente que puede redimirse de tal dolor
demostrándose que es mucho mejor que la desalmada ex esposa, con lo cual busca
tener sexo con otras mujeres para garantizar su virilidad.
Esta
comedia urbana, actual, tiene la inteligencia de abordar como se van dando las
relaciones en épocas de la globalizada comunicación cyber. Tal es así que
medios como mensajes de textos, facebook, skype o cajeros automáticos van
modelando nuevas formas de interconectarse con el otro. En este trayecto, que
transcurre en una noche y el día siguiente, Cristóbal va atravesando una
frustración tras otra, a través de situaciones y diálogos de lo más
desopilantes.
El
punto es que en esa apuesta de mostrar lo sádica y violenta que se ha
transformado la sociedad, aparece todo un abanico de personajes realmente
desagradables. La crítica y la descalificación del otro, a partir de los rasgos
físicos y condición social, está a la orden del día sin ningún tipo de filtro.
No sé si es algo característico de la sociedad chilena o el director quiere
resaltar este aspecto para dar más efecto a la comicidad y el humor negro. Pero
se logra un efecto opuesto, los personajes son maltratados, se hace difícil
empatizar con los mismos y generan rechazo.
De
todos modos le sobran escenas en la que la risa es inevitable reprimirla, como
cuando esos adolescentes le dice al protagonista que parecía un suicida: “andá
a escuchar Radiohead, depresivo de mierda”.
A
pesar de la veta humorística que le sobra al relato, los que nos está contando
es algo absolutamente crudo y si uno hace el ejercicio de correrse de las
diversas situaciones bizarras que estamos viendo, lo que encuentra es pura
angustia, ansiedad, desesperación de tratar de tapar un vacío existencial no
solo para el personaje abandonado, sino para la sociedad toda.
Che
Sandoval, va imponiendo su sello a su obra y se va perfilando como uno de los
cineastas joven con más proyección de Latinoamérica. Hay rescatarle que lo suyo
es novedoso, arriesgado y hasta imprudente y esas son cualidades sumamente
valorables en medio de tanto cine repetitivo, minimalista e intelectual que
venimos viendo de los nuevos realizadores.