A Sala Llena

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A Star is Born

A Star is Born

¡Oh Señor Cooper, su película acaba de transformarme la vida! ¡Oh Señor Cooper, la estrella de su talento, la luz de su virtuosismo; oh Señor, es lo que hace que valga la pena estar vivo y olvidar cortarse las venas en la bañadera, mientras el lenguaje y la forma del gozo se van desdibujando de la mente.  Su película, Señor Cooper, arenga la vida y exculpa a la muerte. La sustrae de su mundana y cruel ignominia, la besa en la frente devolviéndole su condición sublime, enaltece e indulta con compasión verdadera, la pulsión de acabar con todo. 

¡Oh Señor Cooper, usted ha hecho un film tan exquisito, que las lágrimas de goce y rebelión no paraban de caérseme de los ojos! Y a veces eran sollozos sonoros, estentóreos.

Su film es una oda de amor a lo mejor de contar historias. A contarlas con corazón, con vida, con absoluta carne, verdad y búsqueda de belleza.

La forma en que primero adecua el lenguaje a la etapa inicial del amor, al enamoramiento, a la pasión, al reconocimiento de dos almas que se pertenecen. La parte de las hadas. Y después, ¡oh Señor Cooper!, la forma en que elige retratar la fase del amor más honda, la que necesita trabajo, la que se apoya en el melodrama para afirmar que la dureza de la vida solo hace que el amor verdadero sea reconocido, y el de pacotilla descubierto y despreciado.

Usted lo hizo, a cine y fuego. Usted contó la gran historia de amor. Usted trajo a nuestras vidas la película más romántica, apasionada, brutal y sincera de los últimos tiempos.

Y Señor Cooper: lo que compuso para llevarla adelante es de lo más refinado que se haya visto en el cine. Su performance, señor, está enraizada en el arduo trabajo artesanal del actor. Desde abajo, tejiendo, quemando, atando, trenzando… hasta llegar al cielo y reunirse con los Dioses. Usted, Señor Cooper, es un rock star sin sombra de duda, pero además, está cerca de tocar las manos de Brando, como Rourke, como DiCaprio, como De Niro, como Pacino…

Para describir la generosidad y el instinto que tiene como director basta decir una sola cosa: El plano de Sam Elliot saliendo en reversa en su camioneta en el punto de giro final, hubiera justificado la entrada al cine un millón de veces. Y los títulos en rojo iniciales, un millón más.

Señor Cooper solo queda decirle: A Star is Born, and is you.

© Laura Dariomerlo, 2018 | @lauradariomerlo

Permitida su reproducción total o parcial, citando la fuente.

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