Sudado (Segunda Temporada)
Dirección: Jorge Eiro. Autoría: Facundo Aquinos, Julián Cabrera, Belén Charpentier, Jorge Eiro, Facundo Livio Mejias, Paul Romero. Vestuario: Paola Delgado. Diseño de escenografía: Estefanía Bonessa, Paul Romero. Diseño de luces: Adrian Grimozzi, Eduardo Pérez Winter. Elenco: Facundo Aquinos, Julián Cabrera, Facundo Livio Mejías Prensa: Simkin&franco
Vuelve al subsuelo del Camarín de las Musas un plato imperdible: Sudado, una pequeña pieza que cuenta el difícil duelo que transitan Ricky, Lalo y Alejo dentro de su horario laboral, lugar incomodo si lo hay para demostrar algún tipo de sentimiento, lo cual obliga al divague: y así se escucharan de temas tales como la humedad del baño, las tarjetas españolas, el grupo Nectar y una panera.
La puesta sorprende ya que el espectador se abre paso hacia las butacas pasando por el medio de un restaurante peruano (típico de la zona del Abasto) en remodelación, allí el barullo propio de los arreglos establece la clave de la obra: los muchachos están laburando, hacen lo que pueden, algo inhibidos (pero no mucho) por la mirada del hijo del patrón, quien falleció semanas atrás. El tema de su muerte se cuela una y otra vez, en alguna mirada, en los tratos, los pactos y las formas, cosa que los obreros hacen presente siempre que tengan la oportunidad.
Ricky y Alejo son argentinos, pero parecen de diferentes universos, Lalo es peruano y es quien intenta reconstruir un poco la mística del patrón que ya no está, también intenta compartir, bastante a la fuerza, un poco de su cultura: invita a su superior, Alejo, a comer ceviche para mostrarle lo que es un típico plato peruano, le explica la importancia de la motivación en el trabajo y trata de calmar las aguas contando la trágica historia del grupo Néctar. Ricky marca la diferencia entre Alejo y su padre, pero más que nada entre Alejo y él. Y así el quiebre de la relación entre los dos estratos sociales se materializa en escena: las horas extras forzadas, el trago amargo y Chayanne de fondo.
Sudado muestra un momento de crisis en la vida de estos tres hombres, los cuales manejan como pueden sus emociones. Jorge Eiro dirige esta deliciosa pieza en co-autoria con el elenco, lo cual da como resultado un excelente trabajo grupal que humaniza al extremo a los personajes, dándole un giro intimista a lo tragicómico, dentro de un espacio que se va re-armando junto con los protagonistas.
El Camarín de las Musas es donde tiene lugar esta crisis, que como toda también contiene una oportunidad: la de no perderse una propuesta que se disfruta al igual que un efectivo suspiro de limeña.
Teatro: El Camarín de las Musas – Mario Bravo 960 –
Funciones: Viernes 23:15 Hs
Entrada: $40 y $60