Hace un tiempo en la web se puede encontrar Teatrix (la primer plataforma de teatro digital argentina) su nombre da el indicio, es como Netflix pero sin series ni películas, su contenido es puramente de obras teatrales. Recientemente el sitio sumó una propuesta, la proyección en cine de las obras de teatro. Presentado como “un nuevo hecho artístico que integra las artes escénicas y audiovisuales”
Desde el vamos hay que comprender que es una experiencia distinta, ya sea ver la obra desde la web o en el cine, no es comparable con presenciarla en el teatro. Siempre va a ser mucho más gratificante ver la obra en vivo y en directo.
Esta iniciativa no busca competir con las salas teatrales, sino todo lo contrario, se propone como forma de sumar medios a la difusión del teatro.
Se amplía la oferta con el objetivo de aumentar la cantidad de espectadores, la pretensión central de la propuesta sería “acercar y federalizar el teatro,convirtiéndolo en un contenido alternativo para exhibidores de cine y salas independientes de casi todo el país”
Paralelamente el sistema cumple el rol de archivo. La recuperación y restauración de filmaciones de obras antiguas sumado al registro continuo de las puestas actuales van generando, ampliando el catálogo de obras teatrales disponibles en formato audiovisual.
Cabe destacar la calidad de las filmaciones tanto por el aspecto técnico como por contar con una dirección que aúna criterios para cruzar el lenguaje escénico con el fílmico.
En el contexto de transformación mediática, de creación e implementación de nuevas formas de consumo cultural, el hecho de poder transmitir el contenido a través de distintos dispositivos, desde la pantalla de cine hasta la pantalla de un celular, puede ser una forma de captar espectadores no habituados a asistir al teatro.
La posibilidad de acceder de forma remota permite que en cualquier parte del mundo pueda apreciarse nuestro teatro, abriéndose una ventana también para que productores extranjeros se adentren en la producción local ya sea para adquirir los derechos de una obra y producirla o contactarse con algún elenco para que se trasladen a realizar funciones.
Están vinculadas todas las asociaciones que velan por las regalías (Argentores, Sagai, Sadaic, etc.) por lo tanto los autores e intérpretes originales cuentan con la retribución correspondiente por la explotación de su obra.
Por sobre todo se subraya la meta de federalizar los contenidos, siendo que la actividad teatral se encuentra muy centralizada en la ciudad de Buenos Aires, se anhela hacer llegar los contenidos de la cartelera porteña al resto de las provincias y así fomentar la cultura teatral. Sería ideal que la promoción logre ser una punta de lanza para generar giras o bien estimular la creación y puesta de obras en distintos puntos del país.
Todo apunta a que la expansión de esta plataforma debería aportar de forma positiva a la industria cultural nacional.
Jonathan Sassón
