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CRÍTICAS

Television en el Teatro Vorterix

“Yo no puedo tocar la guitarra como (Andrés) Segovia. Lo irónico es que Segovia tampoco podría tocar como toco yo…”
Kurt Cobain.

 

¿Por qué ver a Television en 2016?

En unos días se cumplen 40 años exactos de la grabación del debut de la banda, Marquee Moon, un Everest total del rock. Ocho canciones perfectas, con algunas de las guitarras más hermosas (a cargo de Tom Verlaine y Richard Lloyd) que se encuentren en discos editados antes o después.

Luego de esa supernova, los siguientes álbumes de Television (Adventure de 1978 y Television, su última grabación de ¡1992!) fueron muy buenos, pero no excepcionales. Incluso la carrera solista de Tom Verlaine es bastante errática.

En esta segunda visita en tres años a nuestro país, la excusa es precisamente la “presentación” en vivo de Marquee Moon. Y nuevamente, sin Lloyd -contraparte musical perfecta de Verlaine- quien dejó la banda en 2007 para ser reemplazado por Jimmy Rip (Mick Jagger, Jerry Lee Lewis), amigo de Verlaine y excelente guitarrista de blues-rock.

Entonces, ¿por qué ver a Television en 2016? ¿Puede ser más que un ejercicio nostálgico? ¿Una búsqueda inútil de un momento musical irrepetible? ¿La visita a un bar de covers post punk atendido por sus propios dueños?

Veamos…

Después de una breve intro, una de las primeras cosas que salen a la luz cuando el cuarteto neoyorquino aborda el escenario del teatro de Colegiales es que el tiempo no trató demasiado bien a la voz de Verlaine. Si bien nunca fue uno de sus grandes fuertes, en momentos del show se pierde y en otros es apenas audible.

Jimmy Rip es quizá el músico más profesional de la banda. Suena como un rockero. Luce como un rockero. Sin embargo, su guitarra punzante, precisa y a la vez respetuosa del trabajo de Richard Lloyd a veces desentona con ese caos ordenado que fue siempre Television.

El resto de la base rítmica (Fred Smith en bajo y Billy Ficca en batería) cumple perfectamente con su tarea y parece disfrutar de su presente.

Pero nadie toca como Tom Verlaine. Incluso guitarristas deudores de su estilo como Nels Cline (Wilco) suenan demasiado prolijos y calculadores a su lado. Verlaine no perdió nada de su magia. Y sobre él se sostiene Television.

El armado alrededor de Marquee Moon (sonaron 7 de sus 8 temas, la excepción: See No Evil) condicionó la misma estructura del recital. Las primeras cuatro canciones de la noche, Prove It, Elevation, Venus y Torn Curtain, provienen de ese álbum y fueron interpretadas en grandes versiones que dejaron una marca alta. Especialmente la última, con un solo magistral de Verlaine. A continuación, hubo lugar para una muy buena 1880 or So, tema apertura de su disco de “regreso” de 1992.

Pero después llegaría un gran bache. Primero, con I’m Gonna Find You, un blues lento que según palabras del mismo Verlaine se olvidaron de incluir (afortunadamente) en su debut. Los más de veinte minutos de Persia, tema inédito de aires orientales -de un cada vez más improbable nuevo disco- suenan demasiado indulgentes, al colmo de incluir un diálogo pregunta/ respuesta entre guitarra y batería.

Pero una bella versión de Guiding Light (con Rip en los solos) vuelve a enderezar el rumbo perdido.

Y al final, sí, Marquee Moon.

El público, como es costumbre por acá, corea algunos de los riffs, lo que parece sacarle una sonrisa a Verlaine. Rip, que hace años vive en nuestro país, asiente en señal de aprobación.

Y luego un bis con Friction, por lejos, lo más rockero de la noche.

Volvamos al principio. ¿Qué es Television en 2016?

La torpeza con la que Verlaine se saca su saco (demasiado grande para su huesuda figura), cómo se distrae mirando las bolas de espejos que cuelgan de los techos, las constantes afinaciones de los músicos entre tema y tema, las miradas para saber cuándo terminarlos… Son todos gestos que parecen denotar un exceso de amateurismo. Pero paradójicamente le terminan dando vida al show. En un contexto en que todos los “regresos” del rock están hiperprofesionalizados y calculados milimétricamente, desprolijidades como esas pueden ser bienvenidas.

Pero en definitiva es la guitarra de Tom Verlaine la que redime todo y evita que un recital como el de Television sea un mero ejercicio de nostalgia retromaníaca. Ese pequeño salto al vacío que es cada solo, ese estar al borde del error y sin embargo acertar en el blanco para seguir sacando pájaros de colores de su galera de seis cuerdas, sigue siendo la luz guía.

¿Fue un show excepcional? Obviamente que no. Y difícilmente podría haberlo sido la presentación de un disco que tiene casi cuatro décadas, a cargo de una banda que no graba nada nuevo hace un cuarto de siglo.

Y sin embargo, cuando empiezan a sonar esos dos acordes (Si menor- Re) que sostienen la catedral mixolidia del rock que es Marquee Moon, hay algo que trasciende la mera re-presentación: algo en esa música sigue vivo. Y por 13 minutos, vemos -o creemos ver- cómo esa catedral mágica se construye y se derriba delante de nuestros ojos y nuestros oídos.

Quizá no sea poco.

calificacion_4

Pablo Rabotnikof

 

TELEVISION. TEATRO VORTERIX. 13-08-16.

Tom Verlaine: guitarra y voz.

Jimmy Rip: guitarra.

Fred Smith: bajo.

Billy Ficca: batería.

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