0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

Festivales - TORONTO

#TIFF50 | Franz

El nombre del nuevo largometraje de Agnieszka Holland refiere al escritor Franz Kafka que, como reconoce la realizadora polaca, ella descubrió desde que era una adolescente. En sus propias palabras afirma que: “Franz ha sido parte de mi vida cuando, teniendo 14 años, por primera vez leí sus cuentos cortos y luego su novela El proceso. Afirma que el popular escritor checo era un hombre paradójico, ya que era “abierto, pero al mismo tiempo inaccesible”.

La película de la directora de Europa Europa pretende ser una biopic, aunque finalmente su visión nos depara más confusión que certitudes. Nacido en 1884 en el seno de una familia judía relativamente acomodada, lo que le permitió completar sus estudios de Derecho en Praga y trabajar en empresas aseguradoras.

Quien lo personifica es Idan Weiss, un casi debutante, que recuerda físicamente y en parte por su personaje a Adrien Brody en The Brutalist. Pero la forma como Holland ha pergeñado al escritor de ”La metamorfosis” lo aleja un poco del humanismo de Laszló Tóth en el film de Brady Corbet.

Ya en una escena inicial resulta antipática su actitud. Cuando ante el pedido de una moneda, por parte de una pordiosera, él le entrega otra de doble valor, reclamándole de muy mala manera “el vuelto”. Esa manera de comunicarse con la gente e incluso con sus amistades hace que su figura sea poco carismática e incluso soberbia. 

Aún admitiendo que Holland haya investigado la vida de Kafka, el conocimiento general que uno tiene del mismo es el de un ser atormentado, introvertido y preferentemente pasivo. 

Su condición enfermiza, afectado desde temprano por la tuberculosis, solo se vislumbra en Franz, muy avanzado el metraje y de manera poco dramática, casi se podría afirmar atenuada, por decisión de la realizadora.

Poco contribuye además la manera nada lineal del relato, con saltos temporales y no cronológicos que solo contribuyen a agregar confusión y poca claridad en una trama difícil de seguir. 

Hay escenas poco compresibles e inexplicables como una en un tranvía en Alemania en las cercanías de la Segunda Guerra Mundial que involucran a un oficial de la Gestapo. Aun cuando Franz no está presente en esa secuencia, cuesta entender su inclusión ya que Kafka sólo vivió cuarenta años y no llegó a vivir la violencia de los nazis en el poder.

Tampoco se justifican escenas modernas que pretenden insinuar que Kafka sigue estando presente en la memoria del pueblo checo al existir en la capital un comercio alimenticio que ofrece productos comestibles en una suerte de vil “merchandising”, Y que poco contribuye a la memoria del gran escritor, pese a que sus obras continúan teniendo millones de lectores en todo el mundo.

Finalmente hubiese sido valioso dar más protagonismo a Max Brod, el mejor amigo de Kafka y gracias el cual se han podido rescatar algunos cuentos perdidos y abundante correspondencia, que solo se conoció mayormente después de su muerte. 

(República Checa, Polonia, Alemania, Francia, Turquia, 2025)

Dirección: Agnieszka Holland. Guion: Agnieszka Holland, Marek Epstein. Elenco: Kareł Dobry, Peter Kurth, Idan Weiss, Aaron Friesz. Producción: Sarka Cimbalova, Agnieszka Holland. Duración: 127 minutos.

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

BUSCADOR

Generic selectors
Solo coincidencias exactas
Búsqueda por título
Búsqueda en contenido
Post Type Selectors

ÚLTIMAS ENTRADAS

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter