Semana Santa. Fin de semana largo. Cinco días para descansar. El Sol pega sobre la arena de Villa Gesell. La temperatura es cálida. Las familias salen con reposeras a las playas. Sin embargo, este clima veraniego no detiene, aun con el asfalto caliente debajo de los pies, a los amantes del cine, que se dirigen a la Dirección de Cultura de Villa Gesell para asistir a la segunda Jornada de Cine y Video Independiente que se desarrolla en la ciudad por trigésimo quinto año.
Mejor conocida como la UNCIPAR, la jornada reúne un gran selección de cortos nacionales e internacionales.
Este segundo día se destacó por la exhibición de la tercer y cuarta tanda respectivamente de cortometrajes en competencia.
Por la mañana se pudieron ver ocho cortos provenientes de diversos países del mundo en la sección Internacional. Nuevamente la calidad de la selección es mejor de la esperada, y aunque este cronista no pudo asistir a la primera muestra, un redactor del sitio, Enri B. ha comentado el superlativo nivel de dicha competencia.
El cronista que suscribe puede confirmar esta afirmación poniendo como ejemplo al menos cuatro cortometrajes dignos de comentar.
En primer lugar, Broken Smile, brillante cortometraje iraní de Hiwa Aminnejad que muestra como la rutinaria vida de un grupo de personas que caminan alrededor de un cruce de avenidas, cambia sus hábitos cuando un camión derrama su cargamento, un enorme contenido de granadas (frutas) sobre el pavimento. El realizador crea un ambiente verosímil y es imposible deslucidar el límite de ficción y realidad, donde empieza el documental contemplativo y cuando la ficción o realidad manipulada. En pocos minutos arma un ecosistema compuesto por hormigas, vagabundos, parejas de todas las edades e incluso un policía corrupto. Fábula extraordinaria de la miseria, ingeniosa, sutil, detallista e inteligente. Sin caer en discursos aleccionadores ni metáforas obvias. Lo mejor del Festival hasta el momento.
La animación dijo presente y los tres cortos de la competencia valen la pena nombrarse: A Shadow of Blue, de Carlos Lascano (Francia), una hermosa obra que tiene la inocencia y oscuridad de una película de Disney, pero el ingenio y la sutileza de un producto de Pixar, con estética tradicional. Una niña juega a atrapar mariposas y aves utilizando a su sombra como extensión de su cuerpo. Si bien al final se concreta lo que era sutil, el lirismo del corto es inmenso.
En la misma línea vale destacar The People Who Never Stop de Florian Piento. Un homenaje y crítica a la vez a la supervivencia del pueblo japonés ante los desastres naturales que le han tocado vivir. Divertido pero melancólico a la vez, también muestra la ceguera de la rutina y el amplio espectro de personas que viven en Japón. Original y colorido.
Junkyard, por otro lado es un oscuro retrato de dos amigos irlandeses – dirigido por el holandés Hiskp Hulsing – que incluye un relato iniciático con una pintura de la marginalidad extraoridinaria. Amor, drogas y violencia en un corto impresionante, emotivo pero a la vez ingenioso, que aprovecha el impacto de las imágenes sobre el audio.
Para el olvido es el corto rumano Room 216B, golpebajista, obvio, pretencioso que para colmo, intenta homenajear al maestro Hayao Miyazaki.
Al igual que en la primera jornada, se realiza otro Encuentro de Festivales Independientes, en donde se siguieron planteando los inconvenientes de los festivales a nivel institucional y se trató de encontrar una forma de concentrar todos los festivales en una Red que sea reconocida por el estado y que pueda promover la actividad cinematográfica alternativa en todo el país. Esta tarde se realizará el último encuentro con resoluciones y nuevas proposiciones. Fue fundamental el aporte y experiencia del cineasta José Campusano, comentando la importancia de la unidad de actores sociales en vistas a un fin común. Campusano dio el ejemplo de la concreción del Cluster que reúne cineastas de diversas regiones del país, unidos por la misión de ayudarse mutuamente en sus producciones. Esa sería la principal meta de la Red de Festivales: la visibilidad a través de trabajo conjunto y la colaboración de todos los festivales dentro de cada festival en forma individual.
Para concluir, se mostraron los últimos doce cortometrajes de la Competencia Nacional. Esta vez los cortos no presentaron el regular nivel que tuvieron los trabajos de la primera jornada y se vieron obras más pretenciosas, que incursionan en lugares comunes, clisés e incluso golpes bajos. Demasiadas intenciones terminan por crear confusas situaciones, que derivan a historias involuntariamente absurdas o que abusan del chiste fácil, con personajes pobres, actuaciones decepcionantes e imágenes con poco trabajo estilístico. Más allá de esto, se debe valorar el esfuerzo de los nóveles realizadores.
Los tres mejores cortos nacionales de la Jornada, fueron: Primera Sangre, de Ramiro Longo, excepcional documental, que muestra la historia de Pablo, conductor de trenes, que sigue en la vía a pesar de haber atropellado gente. Un relato lírico que intenta mostrar la paradoja y el conflicto moral interno de un maquinista en primera persona, con un notable montaje no lineal, jugando con la experimentación pero a la vez apelando a un discurso directo. Los realizadores intentan no relacionar directamente al protagonista con el accidente del tren Sarmiento ocurrido el año pasado, sino crear una denuncia efectiva contra la falta de control del sistema ferroviario porteño y bonaerense.
María, es un nuevo cortometraje de Mónica Lairana, que se está convirtiendo en la figura más importante del Festival, ya que participa como actriz en La Nube, de Paulo Pécora y en La Última Parada de Nadia Benedicto, donde comparte pantalla con Arturo Goetz, en una obra que muestra la relación de un camionero con una prostituta de un burdel de ruta. Justamente, el cortometraje de Lairana, también aborda la temática de la trata de blancas, pero desde una posición cruda e impactante, creando un clima ominoso, horrible, que pretende calar hondo y provocar la reflexión en el espectador. A través de fuertes imágenes, Lairana muestra como una mujer es utilizada continuamente como esclava sexual en un ambiente insaluble. Apelando al efecto fuera de campo, fragmentando los cuerpos, Lairana sufiere antes de exhibir, y aún así consigue un trabajo prodigioso a nivel visual y emotivo desde el punto de vista narrativo. Planos fijos y una iluminación ocre consiguen una atmósfera recargada, que transmite olores y sonidos.
Por último se vio el cortometraje con mayor infraestructura pero a la vez mejor narración y utilización de humor de la competencia nacional. Se trata de En Carne Viva, partícipe de Historias Breves 7. Dirigido por Federico Esquerro – actor y sonidista habitual de Pablo Trapero – es un film dentro de otro film. Un actor está nervioso por filmar una escena, donde debe asesinar a un carnicero. Fernando es actor de método y el director Mariano – interpretado justamente por Mariano llinás – ya no lo aguanta. Fernando, recibe la ayuda de César, el otro actor, interpretado por Daniel Valenzuela, para entrar en personaje pero no puede tampoco. Comedia negra, que juega con la complicidad del público, el corto de Esquerro es una sátira a la lucha de egos en un set de filmación. Es muy divertido ver a Llinás interpretándose a sí mismo y a Santiago Mitre y Jorge Sesán en roles secundarios. El trabajo sonoro es realmente brillante, sin dudas, el mejor que se haya visto en todo UNCIPAR, así como es destacable la fotografía del Gran Guillermo Nieto para conseguir una atmósfera fría pero húmeda, un clima densa, pero que a la vez resulta irónico.
Por la noche se presentó una selección de los mejores trabajos ganadores del Festival Única 2012, con sede en Bulgaria, que incluye el premiado corto de ficción cuadro por cuadro, Luminaris, de Juan Pablo Zaramella, preseleccionado para competir para el Oscar del año pasado. También se exhibió el largometraje documental coproducción entre España y Chile, Sibila, de Teresa Arrendondo.
Como es costumbre, la Jornada concluyó una vez más con los divertidos cortometrajes fuera de competencia de la sección Pantalla Abierta, que estuvo animado y presentado por Nicolás Vetromile y Señor Miguelius y su notable talento como DJ vocal.
