Ana Alvarado es docente, dramaturga y directora de teatro de objetos y teatro de actores. Fue fundadora e integrante del grupo teatral El Periférico de Objetos, junto a Daniel Veronese y Emilio García Wehbi. Integró, además, el prestigioso Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín de la Ciudad de Buenos Aires dirigido por Adelaida Mangani, en el que ha cumplido alternativamente roles de intérprete, autora y directora.
En la función en Reconocimiento a su Trayectoria en la VII edición del Festival de Títeres para Adultos en Buenos Aires, se presentaron dos obras a cargo de directoras e intérpretes que alguna vez fueron sus alumnas. Ambos proyectos se encuentran actualmente en proceso de trabajo.
En La muñeca de porcelana una Bestia (especie de ogro y dragón) se encarga de reclutar muñecas de porcelana para construir su felicidad. Ésta muñeca de porcelana que se nos presenta es una más –la decimosegunda- de su serie, la cual, a través del mandato de su padre, es transportada hacia el lugar donde la Bestia aguarda. Una vez allí, ambos sostienen una conversación desde sus diferentes puntos de vista y es donde se incluye la mirada del “otro” y el cuestionamiento a la dicotomía bueno/malo. La Bestia termina por convencernos que dicha concepción no tendrá, entonces, ningún sentido.
La obra nos habla, además, de la manipulación en general. Es interesante pensar en la manipulación desde la manipulación: meta-teatralidad, meta-manipulación. Hablar de la manipulación mientras se manipula.
Muy buen trabajo interpretativo de Eduardo Páez.
Estado de Emergencia es interpretado y dirigido por Ema Fernández Peyla. En la obra se desata un vínculo muy interesante y particular entre el objeto manipulado y el sujeto manipulador: Ema dialoga con su muñeca bajo un procedimiento donde el cuerpo de la muñeca y la cabeza de la intérprete conforman un solo sujeto, y a la vez, no lo son. Ema intentará escapar de la muñeca que ella misma manipula, sin conseguirlo por mucho tiempo, y es esta frustración la que termina por conformar una cierta tragedia.
Es muy interesante el uso de la iluminación, a medida del títere, y sus posibles variaciones, incluyendo hasta luces estroboscópicas. El trabajo interpretativo y de manipulación de Ema Fernández Peyla es realmente sorprendente, puesto que logra establecer –ella y su muñeca- una atmosfera tan risible como trágica.
Al finalizar las presentaciones, tras la entrega del Reconocimiento a su Trayectoria, Ana Alvarado no regaló conmovedoras palabras sobre su ejercicio en la docencia y en su carrera de intérprete, directora y dramaturga de Teatro de Objetos y de Actores.
