La ley del dinero.
Desde hace muchos años la relación cinematográfica entre Argentina y España se viene fortaleciendo a través de coproducciones que tienden puentes entre ambos países, promoviendo un intercambio cultural basado en la proximidad del lenguaje y la asidua relación comercial que se manifiesta principalmente en el ámbito de la cultura. La nueva estrella de esta extensa relación, 100 Años de Perdón, es un policial sobre el robo a un banco en Valencia.
El guión de Jorge Guerricaechevarría toma sagazmente cuestiones socioculturales de la actualidad para orientar la película desde el principio hacia la política y las consecuencias de la crisis económica europea que golpea duramente a España. La historia se centra en un grupo comando liderado por “El Uruguayo” (Rodrigo de la Serna), quien intenta atracar un banco en medio de una tormenta. La banda pronto se da cuenta de que su líder tiene una agenda secreta y que en realidad busca cierta información escondida en una caja fuerte sobre un escándalo reciente que compromete a los principales líderes del partido gobernante.
A medida que crece la paranoia de los políticos, progresa también el operativo policial para reducir a los ladrones y desbaratar el plan de escapar por las alcantarillas. El guión tampoco olvida la necesaria relación entre los delincuentes y los rehenes, que tiene su clímax en los diálogos entre la directora del banco, Sandra (Patricia Vico) y “El Gallego” (Luis Tosar). La construcción de los distintos personajes nos permite entrever las relaciones culturales que subyacen a la historia y las diferencias políticas que marcan la división del país entre los socialistas y los populares, que gobiernan alternadamente casi desde el regreso a la democracia.
100 Años de Perdón utiliza con éxito el diálogo fluido entre las idiosincrasias de ambos países para generar empatía y tender así puentes entre Latinoamérica y Europa, especialmente gracias a las peculiaridades aportadas por Joaquín Furriel, Rodrigo de la Serna y Luis Tosar. La cámara busca en todo momento la exageración de las mismas sobre todo a través del personaje de “El Loco”, interpretado por Furriel. Las buenas actuaciones de todo el elenco se suman a una gran labor de dirección a cargo de Calparsoro, quien logra mantener la acción y la tensión en todos los frentes que abre. También es destacable la fotografía de Josu Inchaustegui, que busca marcar la relación de los personajes alrededor del imponente banco.
A pesar de la similitud de la historia con El Plan Perfecto (Inside Man, 2006), la película norteamericana dirigida por Spike Lee y protagonizada por Denzel Washington, Clive Owen y Jodie Foster, 100 Años de Perdón logra construir una historia sólida sobre la corrupción política, la relación entre la delincuencia profesional y la política, y los pormenores de un robo bancario en un contexto de crisis económica en la que subyace un colapso sociocultural tamizado por el desempleo y la recesión.
Por Martín Chiavarino