Historias en Noches de Insomnio (Sleepless Night Stories, Estados Unidos, 2011)
Dirección: Jonas Mekas. Duración: 114 minutos.
La noche eterna
Jonas Mekas, con casi 90 años, comparte el mismo entusiasmo que Clint Eastwood, Alain Resnais y Manoel De Oliveira por el cine. Esto se manifiesta en su actividad, cada vez más dinámica, arriesgada y energética mientras el tiempo no se detiene. Sin embargo, no se observa ningún tipo de depresión por su avanzada edad ni miedo ante la inevitable muerte. Por el contrario, estos directores se enfrentan a ella de una manera notable. En Historias en Noches de Insomnio, Mekas muestra su increíble sentimiento de jovialidad pero también la necesidad de seguir explorando el mundo que lo rodea.
Hay una mínima estructura narrativa en esta película. Una idea que atraviesa el relato, que tiene un comienzo y un desenlace puntuales: Mekas no puede dormir. Ante dicho problema, una artística solución. El realizador agarra su cámara y decide retratar lo que sucede en el mundo cuando uno se acuesta y descansa. El motivo de este insomnio es culpa de un deseo oculto dentro de él: la necesidad de compartir momentos, experiencias y trasmitir las vidas de las personas entrevistadas. Historias… se centra en este conjunto de testimonios que funcionan como pequeñas secuencias. En cada una de ellas se filosofa, se discute, pero también se canta.
No es casual la inclusión de intertítulos en los que se agradece continuamente a Alá. Parece haber un diálogo entre los episodios que exhibe Mekas con los capítulos de Las mil y una noches. Si en este mítico libro el conjunto total es un resumen de cuentos, poesías, relatos de amor, Historias… se compone por testimonios orales, escritos y audiovisuales (por ejemplo, la unión entre fotografías y relatos sobre Antonin Artaud).
Historias… utiliza la cámara como modo de exteriorizar no solo los pensamientos sino también el peso de los recuerdos en los seres humanos. Por esto mismo, los momentos más emotivos son aquellos que están recubiertos por una mirada nostálgica sobre la historia. Cuando Mekas interpreta una canción de su infancia o describe la personalidad de la directora Marie Merken, la película lleva al relato oral del pasado a su registro para el futuro. Pero también le otorga a su film la cualidad de unir en el mismo cuadro los tres tiempos. Esto se observa en la maravillosa escena en la que unos niños juegan en un jardín mientras el realizador cuenta sus experiencias de joven.
Si bien hay segmentos que pueden resultar más interesantes que otros, el objetivo no se centra en la idea de entretenimiento. Lo que la película propone es algo más universal: en las charlas de Mekas hay un emotivo espíritu de aventura, de descubrimiento y de aprendizaje que adquiere un carácter infinito. La acción de tomar una cámara y retratar las reflexiones de estos entrevistados no es otra cosa que no querer perderse ni un minuto de existencia. Historias… es un film urgente, realizado con la pasión de saber que el mundo todavía es un lugar por explorar, sin importar la edad que uno tenga. El relato de un artista que no puede dormir deriva en una obra emotiva, inspiradora y eterna.