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FESTIVALES

15º Festival de Cine de Tribeca: El Juez (L’Hermine)

(Francia, 2015)

Director y guionista: Christian Vincent. Elenco: Fabrice Luchini, Sidse Babett Knudsen, Michaël Abiteboul, Victor Pontecorvo. Producción: Albertine Productions, Gaumont, Cinéfrance 1888, France 2 Cinéma. Duración: 98 minutos.

En Francia, los juicios son bastante diferentes a los de Argentina. Los jueces están compuestos por el juez principal, dos jueces más de oficio y luego varios más que son ciudadanos franceses y deben participar del jurado y elegir el destino del acusado. En la última película de Christian Vincent la acción sucede a lo largo del juicio a un hombre inculpado de asesinar a su pequeña hija de siete meses.

Veinte años después de trabajar juntos en La Discreción (1990), el actor Fabrice Luchini vuelve a juntarse con Vincent para encarnar al presidente de la corte Racine quien debe llevar a cabo el juicio en cuestión. Desde los primeros minutos se puede observar a un hombre tosco, odiado y temido por igual y con una vida solitaria. Pareciese que al caminar una barrera invisible lo rodeara y separara de sus pares, ellos no lo aprecian y él tampoco a ellos.

La trama entra en movimiento cuando ingresa a la historia el personaje de Ditte, encarnado por la bella danesa Sidse Babett Knudsen (protagonista de la serie política Borgen), quien produce desde el primer segundo un profundo impacto en el juez. Ella debe participar del juicio como parte del jurado que deberá decidir junto a él si el hombre es culpable o inocente.

La razón por la cual Racine se ve tan afectado por la presencia de Ditte es porque ella tuvo una parte fundamental en su recuperación luego de un grave accidente, y desde entonces estuvo secretamente enamorado de ella. Con el reencuentro, los sentimientos de Racine resurgen y necesita acercarse a ella.

Luchini está magnífico como Racine, el francés logra darle varias capas a su personaje y con pocos gestos pero una mirada llena de sentimientos parece jugar con el espectador que pasa del desdén al cariño. Su gran actuación le valió el premio a Mejor Actor en el Festival de Venecia.

A medida que Racine se abre al amor, a la posibilidad, a la esperanza de tener un futuro con Ditte el semblante frío desaparece y deja lugar a un rostro lleno de emoción que recuerda a un joven enamorado por primera vez. Los primeros planos que Vincent utiliza en las escenas en que Ditte y Racine hablan a solas ayudan a crear una sensación de intimidad y confianza.

Paralelamente a la historia de amor, el espectador puede sumergirse en las costumbres y en la manera de enjuiciar en Francia. A la vez que toca los temas universales de cómo estar seguro de la culpabilidad de un hombre, cómo condenarlo si tal vez no lo hizo o dejarlo libre si tal vez cometió el crimen y cómo a veces los únicos que sabrán la verdad serán la víctima, los testigos y el culpable.

El Juez es la historia de dos personas opuestas que se ven unidas por las circunstancias. Racine que es pesimista, agrio, hosco y extremadamente severo en sus juicios sentenciando por lo general con un número de dos digitos para los años de encarcelamiento y Ditte que es luz, esperanza, una anestesióloga que calma con su toque y ve siempre lo mejor de las personas. Es una historia de amor, Vincent muestra de una tierna manera algo tan básico como la incomprensión que uno puede surfrir por parte de sus pares y cómo a veces sólo se necesita ser mirado por los ojos adecuados para mostrarse como uno es e incluso tratar de ser mejor.

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Eliana Giménez

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