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CRÍTICAS

2º Gala de Ballet en Buenos Aires

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2º Gala de Ballet en Buenos Aires

Participaron: Daniil Simkin y Angel Corella, del American Ballet Theatre (Estados Unidos), Marianela Nuñez y Thiago Soares, del Royal Ballet de Londres (Reino Unido), Polina Semionova, Iana Salenko y Dimitri Semionov, del Staatsballett Berlín (Alemania), Silvina Perillo y Edgardo Trabalón, del Teatro Colón, Carmen Corella y Dayron Vera, del Barcelona Ballet (España) y Bautista Parada y Julieta Paul, del Teatro Argentino de La Plata (Argentina). Prensa: Raquel Flotta. 

Recomendamos no pestañear

Por momentos cuesta entender que esos seres que vemos sobre el escenario son personas. Emocionan, detienen la respiración, conmueven y ponen al público de pie. Son los grandes de la 2° Gala Internacional de Ballet en Buenos Aires. Los mejores bailarines del mundo en el escenario del Teatro Coliseo.

Dos actos de insuperables performances, trece números en los cuales los doce bailarines demostraron todas las razones por las cuales merecen ser los números uno. Silvina Perillo impactó, deslumbrante desde el comienzo. Llenó el escenario de luz en su actuación en Grand Pass Classique en una versión sumamente difícil y luego en A Buenos Aires –con música de Astor Piazzola-. Estuvo en cada momento y como siempre, a la altura de las circunstancias y distinta radicalmente en cada aparición. Primero radiante, inocente, pícara. Luego el tango la transforma para ser sensual, potente, firme y tanguera, claro. Siempre presente su carisma y virtuosismo característicos. Su compañero Edgardo Trablarón, un partener alucinante y un bailarín mucho mejor.

Además la primera bailarina argentina, dedicó su actuación a su “gran maestra” –como dice Silvina- a Marcela Serrano, fallecida recientemente.

Polina Semionova -ella es la de la foto de la gráfica y las publicidades- y Dimitri Semionov  pertenecen al Staatsballett de Berlín y lograron consolidarse en un equipo alucinante. Se valieron de la belleza de sus cuerpos, la perfección y la calidad interpretativa para los dos números que bailaron.  Primero Duet en una coreografía moderna y luego una pieza clásica de ballet El Corsario. Ella, extraída de una caja musical y el parece tener el don de volar.

Angel Corella llegó de American Ballet Theatre (ABT) para sacar carcajadas con sus movimientos. Él interpretó The Fall, una pieza joven, atrevida, simpática y muy graciosa. Bailó acompañado por la música de Electric Light Orchestra y fundamentalmente por las risas y los aplausos incesantes del público frente a los sacudones de sus caderas.

Cuando uno cree que ya nada puede sorprenderlo, llega Daniil Simkin (ABT) para desplomar a la audiencia con sus giros y saltos inhumanos. Cerró junto con su compañera Iana Salenko, del Staatsballet de Berlín, la Parte I del espectáculo (con Las Llamas de París). Se preparaban para la segunda y última aparición hacia la mitad de la Parte II con La Pluie, cuando los espectadores se acercaron en el intervalo para pedir que Daniil bailara el solo Varition Le Burgeois. Esa pieza no formaba parte del programa a diferencia de la Primera edición de la Gala donde fue el éxito de la noche. El público pidió y lo tuvo. Simkin abrió la Segunda Parte con su solo, fuera de programa y a pedido de la multitud enardecida que no dejó de aplaudir y gritar en cada pirueta.

Hacia el final de la Segunda Parte Corella protagonizó junto a su hermana Carmen Corella (Barcelona Ballet) la pieza Soleá recreando mediante su impecable técnica clásica, el género flamenco con la sangre y pasión propia del estilo español.

También el escenario argentino recibió a Marianela Nuñez y Thiago Soares de Royal Opera House, que bailaron Winter Dreams y cerraron el espectáculo con el El Lago de los Cisnes (pas de deux El Cisne Negro). Además estuvieron presentes Julieta Paul y Bautista Parada de Teatro Argentino de La Plata que deslumbraron con la pieza clásica Carmen.

Este tipo de espectáculos que nuclean artistas mundiales siempre trae buenos resultados, pero el éxito abrumador de esta edición es ampliamente meritorio frente al exigente y pedigüeño público argentino, especialista en la quinta pata. Si bien es apenas la segunda edición ya cuenta con una fecha más que el año anterior y una difusión mediática más importante. De más está decir que es una oportunidad única e irrepetible en cada una de sus ediciones. Un espectáculo en dos partes, largo sin duda pero poco para cualquier aficionado que procura desde su butaca pestañar lo menos posible.

Esta bueno que duelan las manos y que se humedezcan los ojos, que lloren, que rían, que griten frente a una muestra de arte sublime como la que sucedió este fin de semana sobre las tablas del Teatro Coliseo.

Teatro: Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125.

Funciones: 23, 24 y 25 de agosto 20.30

Entradas: desde $ 200.

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