Lejos de sus primeros proyectos –violentos policiales con rezagos de romance, peleas entre mafias y una presencia musical que fue utilizando cada vez aún más (As Tears Go By y Days Of Being Wild)–, Wong Kar-Wai fue así definiendo su estilo, hasta lograr la apabullante y fresca Chungking Express al son de “California Dreamin’” de The Mamas and the Papas o la rodada en Argentina Happy Together, seguida de su obra maestra Con Ánimo de Amar donde las miradas iban y venían entre personajes, queriendo expresar lo que nunca concretaban, mucho más oscura y visceral, una rareza de continuación postmodernista con 2046, un capítulo del proyecto online The Hire: The Follow, auspiciado por BMW y la hollywoodizada El Sabor de la Noche, vehiculo actoral para Norah Jones.
Entre ellas, hubo un proyecto olvidado, data de 1994, raro, de guión complejo, dejado al olvido, hasta que el director honkonés por disconformidad decidió revisitarlo, remasterizarlo, cortar escasos minutos y ofrecerlo nuevamente ante audiencias con una visión y edición más vívida: Cenizas del Tiempo (Ashes of Time Redux, al igual que el “redux” de Coppola, si nos referimos a Apocalypse Now).
Cenizas… es un relato épico, intenso, donde espadachines, hermanos y leyendas conviven en una aventura de gran tono dramático, mágico y trágico. Desafíos, traiciones, colosales momentos de acción que no desquebrajan la historia para mostrar grandilocuentes escenas de rápida edición, sino insertadas cual artesano, con cámara lenta.
Más que nunca, en el cine de Kar-Wai, notamos esa constante conjunción, dupla entre director y el excelente trabajo de fotografía logrado por Cristopher Doyle, nuevamente. Con distintas texturas de imagen, colores amarillos y sepias, primeros planos y oblicuos por demasía, el introducirnos en un desierto como a su personaje principal, lleno de colores cálidos saturados, brindándonos una sensación de calidez tal, que es imposible no comparar con obras de nuevos homenajes a spaghetti westerns como ha sido Sukiyaki Western Django o The Good, The Bad and The Weird.
Como ayer me destacaba un amigo, en China, es tan importante para un director de cine poder enfrentar una obra de estas características, oriundas de ese país, donde otros directores actuales se han consagrado como Ang Lee, tener en su haber una obra de este género, tan particular, tan personal de esa cultura.
Los actores fetiche, Leslie Cheung, Tony Leung y Maggie Cheung, presentan un trabajo más que destacable.La música de Frankie Chan y Roel A. García con cello de Yo-Yo Ma, es un atractivo extra.
El film fue presentado en el 23º Festival de Cine de Mar del Plata en Argentina y estrenado recién ahora, casi un año después.