Dramaturgia: Federico Garcia Lorca. Dirección: Marcelo Caballero. Músicos: Pablo Alexander, Hector Romero. Escenografía: Marcelo Caballero. Diseño de maquillaje: Romina Ivanoff. Diseño de vestuario: Estela Abdala Zarzur, Cristina Celentano, Romina Ivanoff. Diseño de luces: Marcelo Caballero. Fotografía: Nacho Lunadei, Vanesa Schappi. Producción ejecutiva: Sofia Dahlgaard, Juan Gabriel Yacar. Coreografía: Carmen Mesa. Actúan: Christian Alladio, Lucía Andreotta, Chusa Blázquez, Conrado Busquier, Jaime Diaz, Jose Manuel Espeche, Tiki Lovera,Pepa Luna, Mercedes Mastropierro, Carmen Mesa, Lizzy Pane, Gonzalo Ramos. Prensa: Marcelo Boccia, Ariel Zappone.
La sangre que corre más fuerte que el agua.
“Hay que volver a la tragedia. Nos obliga a ello la tradición de nuestro teatro dramático.
Tiempo habrá de hacer comedias, farsas. Mientras tanto, yo quiero dar al teatro tragedias”.
Federico García Lorca.
Bodas de Sangre, estrenada por primera vez en teatro en 1933, vuelve en esta versión de Marcelo Caballero para transportarnos a la esencia de la tragedia y a la lucha encarnada entre los ideales de la individualidad y la praxis social.
Dos familias enfrentadas por el honor y un oscuro pasado que los une. Un romance lejano que se hará carne en la vida de los novios para promover el desenlace fatal. La navaja, omnipotente, ciñéndose en el lugar, recordando la deshonra y haciendo helar de miedo las pupilas de la madre del novio, Tiki Lovera. Los personajes de Lorca se mueven por la atmósfera entre la cordura, la locura y la necesidad. Sus sentimientos irán arremetiendo contra las improntas costumbristas de sus familias, y el ceder a ellos, a sus pasiones, representadas en la metáfora lorquiana por el caballo, será el desencadenante de la muerte.
Lo primero que llama la atención al entrar a la sala es la puesta en escena de Marcelo Caballero: el aroma a establo increíblemente logrado y el vestuario tan puntillosamente creado de época de la mano de Estela Abdala Zarzur, Cristina Celentano y Romina Ivanoff. Una época donde el paternalismo promueve una imagen de mujer como objeto de intercambio, de mujer reprimida. Donde el hombre representa la lucha unívoca por la supervivencia. Existe, en este texto de Lorca, una necesidad de liberar a la mujer a través de la tragedia, de desnudar los sentimientos más mundanos y frágiles, de exacerbar el componente de la carne.
La atmósfera se desenvuelve entre el surrealismo y el romance típicos de la impronta Lorquiana. Los símbolos Lorquianos son rescatados y utilizados eficientemente como la luna personificada anunciando la sangre que se derramará en las tierras. Un juego de iluminación y efectos eficiente y un grupo de doce actores realmente memorables serán los ingredientes para hacer de esta versión de Bodas de Sangre un éxito de las tablas.
La conformación del elenco española-argentina dará a la obra el realismo necesario para que digamos: Sí, efectivamente Lorca ha puesto su acento. Se destaca como proeza coreográfica el golpeteo de Carmen Mesa que nos sumergirá a través del sonido español en este drama donde la sangre puede más que la razón
También se destaca el trabajo de Tiki Lovera. Ella será la encargada de mantener el tempo de la obra. En sus ojos se verán reflejados el porvenir dramático de la pieza y en sus labios de forma violenta y profunda el bellísimo texto de Lorca, una ventaja con la que cuentan todas las versiones de esta obra.
Bodas de Sangre transformará el tiempo y el espacio y convertirá ese escenario de Palermo en un verdadero establo de los años de pre guerra y a nosotros en espectadores de una pieza imperdible.
Teatro: El Método Kairos – El Salvador 4530
Funciones: Domingos 20:30 hs.
Entradas: $100
Por Sofía Lara Gómez Pisa