1.El Árbol de la Vida: Una de esas películas con las que uno se encuentra pocas veces en la vida. Ya sea que uno se conmueva o no con el discurso de Malick, su visionado es obligatorio; al menos para percibir la enorme belleza de sus planos, disfrutar de su increíble trabajo de fotografía y de su enorme complejidad general.
2.Super 8: Este homenaje al cine de Spielberg (y en general) de la década de los ’80, por parte de J.J. Abrams, se convierte en uno de los mejores entretenimientos del año. Abrams logra conjugar, con virtud, la grandilocuencia de su puesta en escena con la sencillez que su historia requiere. Es una vuelta a la mejor época del cine aventurero, con personajes de los que ya no hay; donde el bueno era bueno, y malo no era del todo malo (y no al revés, como ahora).
3.Somewhere, en un Lugar del Corazón: Con el excelente pulso narrativo que caracteriza a su directora, Somewhere fluye, durante todos su metraje, con una gran suavidad. Personajes complejos, de diálogos virtuosos; un guión muy efectivo y una fotografía progresiva que evoluciona según lo hacen la trama y sus personajes; conforman uno de los mejores filmes del año.
4.Medianoche en París: Con una ambientación lumínica única, Woody Allen nos sumerge en la París de mitad de siglo XX. Allen deja patente su vasto conocimiento del arte norteamericano y de Europa Occidental a través de ingeniosos y divertidos diálogos, que confluyen la idea de que todo tiempo pasado fue mejor, sí, pero todo lo que tenemos es el ahora.
5.Temple de Acero: En esta suerte de remake del film homónimo de 1969, los hermanos Cohen rinden homenaje a la época dorada del cine de vaqueros estadounidense; sin resignar ni un ápice de su portentoso estilo narrativo. Ayudan a subir la nota final las excelentes interpretaciones de todo el elenco, y la maravillosa y elegante fotografía de Roger Deakins. Un punto negro: El épilogo pareciera sobrar.
6.El Cisne Negro: A través de una memorable interpretación de Natalie Portman y una gran labor tras las cámaras, Aronofsky nos narra el descenso de Nina a su infierno personal (y nos arrastra con ella). El abandono de la pureza de la niñez y la propia autodestrucción que sufren algunos artistas, son otros de los temas que conforman un complejo trasfondo.
7.En un Mundo Mejor: ¿Cómo se reacciona a la violencia cuando esta es prácticamente todo lo que conocemos? Las vidas entrecruzadas de varios personajes excelentemente construídos, de distintos órdenes morales y 120 minutos de metraje son los medios de los que se vale Susanne Bier para responder esta pregunta.
8.Poesía para el Alma: La poesía busca retratar lo bello; pero no es verdadero poeta quien no ha padecido el sufrimiento. Esta película plantea ese hecho, esa busca del poeta (y del hombre) por encontrar la belleza en el noúmeno de las cosas, aún en el mayor de los padecimientos. La ausencia de música extradiegética, una hermosa combinación de las armonías de Kobayashi en todos los planos, y una maravillosa Jeong-hie Yun terminan de cerrar un productor redondo.
9.127 Horas: Con saber un poco de actualidad de los últimos diez años ya se intuye el final de la película. Pero eso es menos importante que el propio desarrollo del film, esas 127 horas de intenso dolor físico y mental que sufre el protagonista, son estupendamente retratados por un Danny Boyle en gran nivel tras las cámaras y un excelente trabajo de montaje.
10.El Ganador: David O. Russell retrata los puntos álgidos de la carrera del púgil Micky Ward. Algunas trampas en la cronología de la historia no desmerecen, en lo absoluto, el excelente ritmo del que goza la película ni la maravillosa interpretación de Christian Bale como el hermano de Micky, Dicky Eklund; secundado por un reparto de lujo.
Menciones Especiales:
– De Dioses y Hombres
– Rango
– Incendies
– Loco y Estúpido Amor
Menciones Especiales (Festivales):
26° Festival de Cine de Mar del Plata:
– In Darkness
– Himizu
