A Sala Llena

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CRÍTICAS

Chango Spasiuk y Jaques Morelenbaum en el Teatro Sha

Chango Spasiuk Cuarteto

Chango Spasiuk | Acordeón

Marcelo Dellamea | Guitarra Criolla

Marcos Villalba | Guitarra Criolla y  Percusión

Victor Renaudeau | Violín

Jaques Morelenbaum Cello Samba Trío

Jaquez Morelenbaum | Cello

Lula Galvão | Guitarra Criolla

Marcelo Costa | Percusión

En el marco de la Nueva Temporada de Música en el Teatro Sha y luego del encuentro entre Luis Salinas y Diego El Cigala, vuelven a cruzarse en un mismo escenario un músico argentino y uno internacional. Esta vez los elegidos fueron nuestro querido Chango Spasiuk y el afamado arreglista Jaques Morelenbaum, oriundo de Brasil. Cada uno realizó su propio set, y luego se unieron para ejecutar algunas canciones en conjunto, creando un supergrupo de ocasión que no desentonó en lo más mínimo.

A las 21:20, arrancó el local. Su repertorio estuvo basado en sus dos últimos discos: Tarefero de mis Pagos y Pynandí. El Chango se presentó acompañado de dos de sus más fieles laderos: el violinista Victor Renaudeau y el multiinstrumentista Marcos Villalba. La sintonía entre los tres es destacable, se conocen tanto que funcionan como un monstruo de tres cabezas. A ellos se les suma el joven guitarrista Marcelo Dellamea, de técnica superlativa, engrandeciendo y definiendo el sonido del cuarteto. Arrancan con “Alvear Orilla”, y ya estamos todos sintiendo la humedad y el aroma a tierra colorada de Misiones.

El Chango Spasiuk toca su acordeón a piano a tal velocidad que uno piensa que se trata de un ser de otro planeta. Por su digitación perfecta y veloz, quizás se trate de un “Mano”, ese personaje de “El Eternauta” que con infinitos dedos manejaba las máquinas con las que se controlaban a las bestias y a los humanos, pero no podemos corroborarlo. Sigue el cuarteto con “Chamame Crudo”, tema que arranca en tonos menores, con una melodía triste, para pasar a tonos mayores, alegres y danzantes. En este tema se lució Victor Renaudeau con su mágico violín. A continuación, tocaron dos lindas polcas enganchadas: “Polca de Vera” y “Starosta”. La gente acompañó con palmitas. Continuó el cuarteto su prolija performance con la “Suite del Nordeste” (con un Dellamea encendido) y luego fue el turno de la melancólica “Mi Pueblo, Mi Casa, La Soledad”, enganchada con “Misiones”. Cerraron a puro chamamé con la veloz y percusiva “Tierra Colorada”, dejando el escenario caliente para Jaques Morelenbaum y su Cello Samba Trio.

El set de Jaques Morelenbaum estuvo basado en clásicos de la bossa nova y del samba brasilero, y en canciones de artistas a los que el supo acompañar como miembro de banda o como arreglista. Sonaron así “Samba de uma nota Só”, de Tom Jobim, “Eu Vim da Bahía”, de Gilberto Gil, “Coração Vagabundo” de Caetano Veloso y “Salvador” de Egberto Gismonti, que fue sin dudas, el punto mas alto al que llegó el trio, por su “polenta” al ejecutarlo. Tocaron también “Retrato em Branco e Preto” de Jobim y Chico Buarque y una composición propia de Morelenbaum, “Ar Livre”.

Con todo respeto por la trayectoria y la figura del brasilero, su Cello Samba Trio parece una banda virtuosa de crucero o de boliche de jazz, de esas que ponen a sonar de fondo mientras la gente hace cualquier otra cosa. Todos los temas tienen la misma dinámica: arranca el cellista tocando con el arco la melodía principal de la canción – solo de guitarra de Lula Galvão acompañado por Morelenbaum haciendo un walking – vuelta a la melodía principal – fin. El percusionista Marcelo Costa sostiene el mismo ritmo siempre, ya sea en el hi-hat o sobre un cencerro, nunca varía en intensidad ni en ideas. A veces a Morelenbaum se le da por cantar la melodía de las canciones mientras la toca en el cello, siendo el único momento en donde se rompe la estructura y la monotonía. Esto lo realizó en “Tim-tim por Tim-tim”, un lindo samba, y en “Outra Vez”.

Cuando terminó su lista de canciones, Morelenbaum invitó al Chango Spasiuk y a sus músicos para tocar conjuntamente al Cello Samba Trio la canción de Astor Piazolla “Vuelvo al Sur”. Los argentinos le inyectaron la dosis de frescura y desparpajo que pareció faltarle a la agrupación brasilera. El encuentro se prolongó por 3 canciones más: “Pynandí” (ejecutada a dúo por el Chango y Morelenbaum sin los otros músicos interviniendo), “Infancia” y la bailable “Receita de Samba”. Finalizó el recital pasadas las 23:30 hs, con los músicos dándose un apretón de manos y celebrando el intercambio de sonidos que se produjo sobre las tablas.

Lugar: Teatro SHA (Sarmiento 2255, Capital Federal)

Entradas: desde $200 hasta $450

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