LA DIVINA LEY DEL GÉNERO
¿Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez. Un instante de dolor, ¿quizá?… ¿Algo muerto que parece momentos vivo aún? Un sentimiento… suspendido en el tiempo. Como una fotografía borrosa… Como un insecto atrapado en ámbar.
El espinazo del Diablo, Guillermo Del Toro (2001)
Después de veinticinco años trabajando en el género del terror, Paco Plaza es, sin duda, un hábil conocedor de aquellos elementos indispensables para construir un marco narrativo potente y sólido. Una muestra de ello es su nueva película, Hermana Muerte en donde la palabra clave es, justamente, consistencia.
El filme es una precuela de Verónica (2017) en la medida que expande ese universo a través del desarrollo de uno de los personajes, la hermana Narciso (quien, dada su apariencia aterradora, es apodada por las jóvenes Hermana Muerte). Así, se nos presentará un filme de terror religioso, que configura una atmósfera de urdimbre lenta.
La primera imagen a lo cine mondo nos sumerge, a través de una filmación deteriorada, en 1939, últimos chispazos de la Guerra Civil Española. Se nos presenta a la protagonista de esta historia: una niña que está atravesando una experiencia mística. Esa escena inicial es potente y shockeante.
Luego de ese prólogo, saltamos veinte años después para ver a la misma niña devenida en joven (y llamada sugerentemente Narciso) asistiendo a un convento para trabajar como maestra. Allí también tomará sus votos definitivos como monja consagrada a Dios. Sin embargo, descubrirá un terrible secreto, causa de terror de las niñas del instituto.
Esta es la premisa que desarrolla la película, y lo hace con fluidez: el guión realmente es bueno. La narración resulta ágil, bien encadenada, y no deja respiro. En ese sentido, el enganche con el espectador funciona perfectamente: el filme no aburre.
Otro aspecto para destacar es que la excelente fotografía, los bellos planos y la elección de Paco Plaza en hacer un largometraje de terror a plena luz del día. En ese sentido, es interesante que proponga el blanco como color dominante en el convento. Lejos de la paleta de colores del gótico y de sus locaciones lúgubres y tenebrosas, el convento de la película se nos presenta como un lugar excesivamente aséptico. Luego veremos por qué ese juego con lo inmaculado y lo pulcro tiene un valor indicial destacado por las escenas de lavandería y aseo.
Otro punto destacable es la gran actuación de Aria Bedmar, que se carga la película a los hombros y ejecuta una gran performance interpretando a una novicia atravesando una experiencia ominosa. Narciso es una mística; aquella. Esto implica poner el cuerpo en primer plano permanentemente. Dios se comunica con la mística a través de manifestaciones divinas. Pueden consistir en visiones o en huellas corporales como estigma y laceraciones. En este último caso, la mística habla a través del cuerpo y eso es lo que más impresiona de este film.
La hipersexualización reprimida reside en un ambiente puramente femenino, donde las emociones más extremas que se pueden experimentar provienen, justamente, de lo divino. Esta es una característica nuclear del terror religioso. Todo está encriptado y el sucio secretito obtura los cimientos de la normalidad, así como la marca de una bala en la pared blanca del convento. El síntoma invade el cuerpo y lo vuelve un código.
En ese sentido, Hermana Muerte ostenta una culminación controversial. Se le da lugar al fantasma que busca venganza, se empatiza con él porque finalmente, se lo humaniza. No se da lugar a una reconciliación forzada. Existe una necesidad de recuperar el pasado traumático para volverlo consciente (y finalmente superarlo). La moraleja es que ese camino es un proceso necesario pero terrible tal como fue la guerra. Revisitar la violencia es revivirla, pero al mismo tiempo, ese mismo dolor se vuelve indispensable para aliviar el trauma.
El eclipse como alegoría, marca un antes y un después en la película. A partir del mismo, todos los cimientos van a derrumbarse, y así como no se puede tapar el cielo con las manos, mirar directo a la verdad también puede acarrear fuertes consecuencias.
En conclusión, este trabajo de Paco Plaza complace desde lo visual y lo narrativo. Sin embargo, queda en discusión si cumple con el verdadero objetivo, que es, a fin de cuentas, el de dar miedo. La estetización en la forma no necesariamente se conjuga con el contenido y éste queda desdibujado. En ese sentido, se construye una atmósfera adecuada, pero la no exime de resolverse en jumpscares. Por ello falta algo de crudeza en la resolución, que obligaría a la película salirse de la comodidad de un marco estilizado y ensuciarse un poco más.
(España, 2023)
Dirección: Paco Plaza. Guion: Jorge Guerricaechevarría. Elenco: Aria Bedmar, Almudena Amor, Maru Valdivielso, Muisa Merelas, Chelo Vivares, Consuelo Trujillo. Producción: Pablo Cruz, Enrque López Lavigne, Diego Suárez Chialvo. Duración: 89 minutos.
1 comentario en “#SITGES2023 | Hermana Muerte”
Buena crítica pero las producciones de Netflix están haciendo eso: unificar un estilo de filmado y volverlo todo muy elegante pero si la pelicula no da miedo, se vuelve tiempo perdido.