EN BÚSQUEDA DEL NIÑO INTERIOR
Es una ocasión única, cuando en la competencia del respetable festival veneciano entra un director joven y poco conocido en comparación, después de un ruidoso debut a una joven edad y del sensacional éxito de El ángel, se podría no dudar que las ambiciones del autor solo crecerán y los espectadores lo sentirán.
El jockey presenta un atractivo conflicto entre el héroe bebedor que extravía el control sobre sí mismo y que, a su vez, pierde un valioso caballo sin morir en la carrera decisiva, y su promotor, un jefe flemático mafioso con un niño misterioso en sus manos. El conflicto auténtico es entre el talento creciente de Ortega, que se acumula en su cabeza en imágenes con considerables recursos. El jockey es una impresionante coproducción entre muchos países, por un lado está presente la nacionalidad argentina del director, y por otro, la inseguridad en lo que él quiere decir con su film.
La acumulación de fantasmagorias en el argumento va a impresionar al espectador aproximadamente hasta la mitad. Después fatiga y llega a un callejón sin salida, para dejar en el final una incomprensión cuya belleza visual es difícil no reconocer.
Probablemente la interpretación mas exacta de esta comedia negra va a resumirse en la busqueda del “yo” perdido del jockey después de un accidente en el que pierde una parte de los recuerdos. Si realmente sufre una confunsión vamos a preguntarle hasta el desenlace, pero no recibiremos respuesta. Nunca el talento de Nahuel Pérez Biscayart (120 golpes por minuto) fue plasmado de modo tan expresivo. Mientras él está en el camino de la objetividad y la libertad, en buscado por matones que pretenden asesinarlo. Además, tiene una novia (Úrsula Corberó, de La casa de papel), también jockey, que espera un bebé. No obstante, hacia el final se deben entender de modo simbólico, como un fenómeno, la venida al mundo de un héroe purificado, que adquiere una inocencia infantil.
La comedia de Ortega, lúdica y atractivamente libre del contexto político y candente diario, al mismo tiempo ficciona el nacimiento angustioso del auténtico idioma cinéfilo del autor, que ya está cerca de nacer en el mundo, pero aún no esta realizado.
Mientras tanto, El jockey intriga al cine argentino. Toma elementos e incluso el humor de Jim de Jarmusch, Pedro Almódovar y Aki Kaurismäki, cuyo asombroso e insustituible director de fotografía Timo Salminen -un virtuoso de la cámara inmóvil y puesta en escena armadas artísticamente-, constituyen el encanto principal de la película.
(Argentina, España, Estados Unidos, México, Dinamarca, 2024)
Dirección: Luis Ortega. Guion: Fabián Casas, Luis Ortega, Rodolfo Palacios. Elenco: Nahuel Pérez Biscayart, Úrsula Corberó, Roly Serrano, Luis Ziembrowski, Daniel Fanego, Roberto Carnaghi, Osmar Nuñez, Adriana Aguirre. Producción: Charlie Cohen, Benjamín Domenech, Santiago Gallelli, Axel Kuschevatzky, Isaac Lee, Paz Lázaro, Luis Ortega, Esteban Perroud, Matías Roveda, Cindy Teperman. Duración: 96 minutos.