(Estados Unidos, 2016)
Dirección: Robert Zemeckis. Guión: Steven Knight. Elenco: Brad Pitt, Marion Cotillard, Matthew Goode, Jared Harris, Lizzy Caplan. Producción: Robert Zemeckis, Steve Starkey, Graham King. Distribuidora: UIP. Duración: 124 minutos.
Una patria de dos
La Segunda Guerra Mundial dio pie a numerosas historias de amor que configuraron la visión de la tragedia romántica en la contemporaneidad. Las barreras que los amantes han encontrado fueron de todo de tipo y cada cual encontró su lugar en la historia del cine, pero Casablanca (1942), dirigida por el director de origen húngaro Mihaly Kertesz (Michael Cutiz), sigue opacando al resto en todos los rubros, generando una atracción insoslayable producto de su perfección y su influencia ideológica y simbólica.
Aliados (Allied, 2016) comienza en 1942, en la emblemática y bella ciudad marroquí donde Humphrey Bogard e Ingrid Bergman inmortalizaron la canción “As Time Goes By”, de Herman Hupfeld. Un oficial de inteligencia canadiense, Max Vatan (Brad Pitt) se enamora de una partisana parisina, Marianne Beauséjour (Marion Cotillard), que ha escapado de Francia bajo la persecución nazi de opositores a la ocupación germana y es asignada junto a él en la eliminación de importantes miembros del nazismo en Casablanca. Tras completar su misión en Marruecos, la pareja se casa en Londres y comienzan una vida en la campiña mientras los bombardeos destruyen la capital inglesa y la guerra se agudiza. Pero el idilio se convierte en pesadilla cuando los servicios de inteligencia aliados convocan a Vatan para informarlo de las sospechas de espionaje que recaen sobre Marianne y las dudas sobre su identidad y sus propósitos en Inglaterra.
El galardonado realizador Robert Zemeckis –Contacto (Contact, 1997)- es el encargado de recrear este romance imposible en medio de la guerra y las sospechas de contraespionaje. El film se divide en dos partes marcadas por un tono severo tanto en las relaciones humanas como en el trabajo de infiltración. La división entre la misión en Casablanca y la vida en familia de Londres, que se convierte en una investigación alrededor de la identidad de Marianne, es notoria, pero no tanto por la trama sino por los colores y el arte de la película, que pasa del exotismo y los colores vivos y cálidos del desierto marroquí al clima húmedo y frio de Londres, con sus colores opacos y hoscos.
El guión del británico Steven Knight –Promesas del Este (Eastern Promises, 2007)- construye esta historia de amor y guerra alrededor de una pareja de espías que comienza una relación durante una misión en Casablanca en 1942 sin apresurar la resolución de ninguna escena, con diálogos sobrios y pertinentes. Las actuaciones de todo el elenco son notables tanto en los roles protagónicos como en los secundarios, que apuntalan la historia a través de sus relevantes intervenciones. La dirección de fotografía de Don Burguess (Forest Gump, 1994) busca la reconstrucción de los escenarios de Casablanca y Londres durante la guerra y la de los personajes y las situaciones que enfrentan a través de planos abiertos que ponen al espectador ante la desgarradora crueldad de los conflictos armados.
Aliados busca desde el cine moderno remitir al cine clásico de Hollywood. Con escenas construidas artesanalmente, gestos que expresan más que palabras y guiños al cine de la época el film crea un gran suspenso y transmite las emociones de un esposo que debe decidir si seguir las ordenes o seguir su corazón en una situación límite. En una de las primeras novelas de Kurt Vonnegut, Madre Noche (Mother Night, 1961), el escritor norteamericano se refirió a la unión de una pareja en medio de la Segunda Guerra Mundial como una patria de dos. Sitiada por los nacionalismos, los extremismos y la guerra la patria de dos intentaba sobrevivir a la enajenación bélica. Con este espíritu, Zemeckis retomó este concepto literario para traducirlo al lenguaje cinematográfico con un resultado extraordinario que vale la pena disfrutar o padecer.
Martín Chiavarino
Lo esencial es invisible a los ojos
A 74 años de la Segunda Guerra Mundial, el espíritu bélico continúa dando batalla en el campo del séptimo arte. En esta ocasión es Robert Zemeckis quien retoma la vieja cuestión y pone en escena un thriller romántico de época, donde la génesis militar pivotea con un amor entre dos agentes encarnados por Brad Pitt y Marion Cotillard.
Los constantes juegos de seducción entre Max Vatan (Brad Pitt) y Marianne Beausejour (Marion Cotillard) intentan cual guerra de egos entre dos agentes -vista en películas como Sr y Sra. Smith (Mr. And Mrs. Smith, 2005)- ser “aliados” mientras Max se empecinará en investigar a muerte a Marianne. Ambos seducen en las escenas eróticas al estilo Titanic (1997) que el actor de Conoces a Joe Black (Meet Joe Black? 1998) y la actriz de la reciente versión de Macbeth (2015) logran protagonizar a la perfección. El guión transcurre en Londres y no tiene demasiados giros más que el conflicto bélico como obstáculo para enamorarse. El objetivo principal es descifrar bajo un clima de suspenso y espionaje si Marianne pertenece, o no, al bando nazi. Sin embargo, la película cuenta en contraposición con escenas románticas cuyas locaciones compuestas por guiños de los años dorados hollywoodenses que la hacen brillar, sobre todo si se considera el drama narrativo de trasfondo. Y en este sentido es una buena jugada la de Zemeckis al mezclar lo bélico con el romance ya que por momentos esta esencia logra remitir a la trilogía del director Richard Linklater nacida con Antes del Amanecer (Before Sunrise, 1995) y convierte simultáneamente la mirada del guionista, Steven Knight (creador de la serie Peaky Blinders) en una propuesta más que interesante. Otro punto atractivo del largometraje es observar cómo aparece la vida versus la muerte en la escena del hospital alemán que se ve bombardeado por los británicos al momento de dar a luz a una niña. ¿Será que la muerte está tan segura de vencer que nos da toda una vida de ventaja?
En sintonía con este magnífico arte escénico, se destaca el elenco que pulula desde el norte de África, donde al personaje de Brad Pitt se le ha comandado una misión exclusiva de espionaje, hasta Londres, donde la joven Marianne intentará seducir su entorno clasista para permanecer en estado de refugiada y salvar su vida. No se quedan atrás las participaciones de las actrices Lizzi Caplan, de la serie Master of Sex, y Charlotte Hope, que se convirtió en furor tras Game of Thrones, en conjunto con el actor Mad Men, Jared Harris, y Matthew Goode.
Aquí quienes resultan ser los verdaderos aliados son Robert Zemeckis y Steven Knight. Este thriller que no termina de anclarse en un puerto específico y pivotea entre drama, bélico y romántico parece sugerirle al espectador: “Elige tu propia aventura”. Sin duda es una historia intensa que, pese a su larga duración (por momentos innecesariamente extensa), logra su cometido: transmite el abrumador clima de tensión que dispara una guerra; lo atormenta de situaciones donde la vida y la muerte juegan un rol fundamental; lo cuestiona respecto a los valores intrínsecos en ambos bandos de “aliados”; lo cautiva con escenas eróticas; lo enamora con bellos paisajes, y hasta pareciera cuestionarle: “Vos… ¿de qué lado estás?”.
Luciana Calbosa