Apolo 18 – La Misión Prohibida (Apollo 18
EE. UU., 2011)
Dirección: Gonzalo López-Gallego. Guión: Brian Miller, Cory Goodman. Producción:
Timur Bekmambetov, Michele Wolkoff. Elenco: Warren Christie, Lloyd Owen, Ryan
Robbins. Distribuidora: Distribution Company. Duración:
86 minutos.
Las películas de terror en clave de falsos documentales se niegan a
morir. Desde El Proyecto Blair Witch, en 1999, que el subgénero es usado
para contar de manera más vívida y anticonvencional historias de invasiones
extraterrestres (Alien Abduction, que en realidad es anterior a El Proyecto…),
zombies hambrientos (REC y su secuela), bestias gigantes como Godzilla (Cloverfield: Monstruo), casas embrujadas (Actividad Paranormal y sus secuelas),
posesiones satánicas (El Último Exorcismo, la argentina Incidente).
Apolo 18 – La Misión Prohibida es el caso más
reciente. Ahora hay más elementos de ciencia-ficción y los sucesos ocurren
fuera de la Tierra.
En los 60 y principios de los ’70, eran comunes las misiones
tripuladas al espacio. El programa Apolo, de la NASA, realizó diecisiete
misiones, y seis pudieron aterrizar en la Luna. El Apolo 17, en 1972 parecía
ser la última misión al satélite natural de nuestro planeta. Parecía: un
año después, una misión no oficial es enviada allá, con el supuesto objetivo de
instalar un satélite artificial. Los dos astronautas responsables del objetivo
empezarán a advertir que algo no anda bien en el territorio lunar. Hay algo
extraño en el ambiente, en las rocas… Sus temores quedarán confirmados cuando
encuentran los restos de una misión soviética, que incluye un cadáver y sangre
por todos lados. Los astronautas descubrirán que el Departamento de Defensa
—que financiaba la misión— sabía lo que estaba ocurriendo, y que dependerá de
ellos salvarse de la inusual amenaza que mora en la Luna.
Todo esto, contado con cámaras de 16mm manipuladas por los
protagonistas y por las ya instaladas en el módulo espacial. Filmaciones
supuestamente perdidas que aparecieron hace poco en Internet. Además, al
principio y al final se recurre a la utilización de imágenes de archivo muy
hábilmente mezcladas con las partes de ficción. Como una versión más barata de
los primeros minutos de Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna, en la
que también se presentaba una teoría —más delirante, por supuesto— de por qué
el Hombre nunca más volvió a esa parte de la Vía Láctea.
Al principio, la recreación de la vida de los astronautas en el
espacio es realista, aunque bastante densa, pero con el correr de los minutos
va aumentando la tensión y la sensación de claustrofobia. En cuanto a la
naturaleza de lo que acecha a los personajes, no conviene adelantar demasiado.
El director español Gonzalo López-Gallego viene de dirigir los
largometrajes Nómadas, Sobre el Arco Iris (en donde ya había una
estética de cámara en mano) y El Rey de la Montaña, en la que dirigió a
Leonardo Sbaraglia. Con Apolo 18 debuta en Estados Unidos con esta
película, y lo hace con muy buen pulso. Pero el nombre con más peso en el film
es el del director —pero
esta vez productor— Timur
Bekmambetov, responsables de Guardianes de la Noche, Guardianes del
Día y Se Busca. Este cineasta ruso se está volviendo un peso pesado
en Hollywood y prepara Abraham Lincoln: Vampire Hunter.
Pese a que los falsos documentales terroríficos ya empezaron a
agotarse, y sin ser genial, Apolo 18 – La Misión Prohibida se las
arregla para poner nervioso al espectador y hacerle experimentar miedo en
tiempo real, como si lo que vemos en la pantalla hubiera sucedido realmente.