Balance
Finalizada la última jornada del inigualable 63º Festival de Cannes y siendo mi primer asistencia a un festival internacional me atrevo a realizar apreciaciones favorables y algunas negativas sobre la intención, programación, organización y premiaciones resultantes.
El Festival de Cannes surgido en 1946 debido a que la región donde anualmente se realiza, dentro de la Cote d’Azur, era una zona pesquera inicialmente con escaso turismo. Necesitaba imponerse con alguna diferencia ante el resto de las playas cercanas (tener en cuenta que las playas en Antibes, Cannes Sur Mer, Cannes cuentan con relativamente poco espacio de costa entre la rambla denominada “La Croisette” y el mar, por ello son poco atrayentes). La decision se ligó a organizar un festival de cine, para público y periodistas. Con el correr de los años, fue tal la importancia del evento que debido a la amplia asistencia, tuvo que cambiar drásticamente hacia quien sería dirigido.
Cannes actualmente es un festival realizado para el mercado y periodistas mundiales, para ingresar a las funciones uno debe estar previamente acreditado. Para el público cinéfilo, una acreditación puede rondar el valor de 500 euros bajo el grupo Cannes Cinephiles, un sistema en el cual se van descontando créditos ante el pedido de entradas limitadas.
Con la acreditación de prensa accedí, inicialmente, a un departamento donde se entrega al portador una bolsa con el catálogo oficial, que contiene una mínima reseña, una mini biografía del director y datos de contacto para cada uno de los films involucrados en las distintas secciones, un catálogo informativo sobre los organizadores del festival, incluídas publicidades y patrocinadores. Tambien, a diferencia de los festivales argentinos, brindan un locker personal de apertura con tarjeta magnética donde, diariamente el acreditado de prensa puede retirar folletos o flyers enviados por los distribuidores para promocionar sus films: notificaciones, cambios de programación y anuncio de eventos. Se destina un espacio con acceso a Internet wi fi, donde el periodista puede acceder a contenidos desde su ordenador o, en otra zona dentro del mismo Palais des Festivals, un espacio inclusive con ordenadores a los que se ingresa a través de una clave de acceso entregada con la credencial. Además, por supuesto, el libre acceso a cada una de las funciones de Competencia Oficial, Un Certain Regard con una grilla de programación de prensa y en los folletos diarios, y la programación del Marche du Film cuyas opciones no siempre están abiertas para prensa por decision de productores.
Las acreditaciones a su vez tienen distintos niveles o rangos de relevancia, distinguidas con diversos colores, así, a la entrada a una sala se visualizan distintas filas identificadas con cada tarjeta de color y según el destino de cada función se prioriza la entrada de una u otra fila. Lo mismo ocurre en conferencias de prensa, donde tienen prioridad fotógrafos y prensa principalmente de medios gráficos diarios.
Para brindarles una idea de la magnitud del festival paso a detallar las dimensiones de las salas involucradas para las diferentes secciones:
Para la Selección Oficial dentro o fuera de competencia sección:
-Gran Teatro Lumière (Funciones de Gala sólo con invitación. Capacidad: 2300 butacas).
Para Proyecciones Especiales y segundas funciones de la Selección Oficial:
-Sala Soixantieme (Capacidad: 400 butacas).
Para Un Certain Regard, Cortos en competencia y privadas de prensa:
-Sala Debussy (Capacidad: 1068 butacas).
Para segundas funciones y privadas de prensa:
-Sala Bazin (Capacidad: 350 butacas).
Para proyecciones de Cannes Classics y la selección de Cinefondation:
-Sala Buñuel (Capacidad: 300 butacas).
Para la Quinzaine des Realisateurs:
-Espacio Miramar (Capacidad: 380 butacas).
-Studio 13
-Sala La Licorne
-Cinema La Raimu
Para proyecciones de Marche du Film:
Dentro del Palais des Festivals, salas de la letra B a K.
-Palais B a G (Capacidad: 40 butacas cada una).
-Palais H (Capacidad: 45 butacas).
-Palais I – J (Capacidad: 73 butacas cada una).
-Cine Riviera (4 salas) (Capacidad: 63 butacas cada una).
-Cine Lérins (Capacidad: 63 butacas).
-Cine Arcades (3 salas)
Arcades 1 (Capacidad: 268 butacas).
-Cine Olympia (9 salas)
-Cine Star (4 salas) (Capacidad: 250 butacas cada una).
-Cine Hotel Gray d’Albion 1-2-3-4 (Capacidad: 45 butacas cada uno).
-Cine Croisette (Capacidad: 500 butacas).
Muchas de ellas contaron con proyecciones en HD 2D a partir de proyectores de tecnología DLP, donde todavía se visualizan errores, como es el efecto “arco iris”, imperceptible para muchos. Una tendencia que economiza costos a la hora de tener que enviar material a festivales, que cuenta con una excelente calidad de imagen en muchos casos muy cercana a la experiencia de proyectar en filmico. Algunos títulos exhibidos en HD: Wall Street – Money Never Sleeps, The Tree, Fair Game, La Princese de Montpensier, Los Labios, Film Socialisme, I Wish I Knew…entre otros.
El Festival, como antes mencionábamos, es radicalmente destinado a un sector de compras y ventas. Es por ello que hay funciones especialmente para compradores: ellos pueden llegar a pedir exhibiciones particulares de algun film en el que se encuentren interesados en adquirir; surgen así agentes que ofrecen éste servicio a films extranjeros (que carecen de medios de representación) a cambio de porcentajes sobre las ventas conseguidas. Cabe destacar que un film que haya sido elegido para integrar alguna de las selecciones, particularmente si resultara ganador de alguno de los premios y distinciones, contará con una atención extra.
El público presente en las funciones es extraño, no se asemeja al público de festivales como los que he tenido el agrado de cubrir en Argentina. Ese movimiento comprador se hace notar. Producto por lo cual, hay funciones, donde antes de finallizar el film exhibido, éstos empresarios se retiran de las salas para asistir a otras funciones con sólo haber visto escasos minutos y decidir si el film es comercializable para su región.
Por el lado de la prensa, ésta se interesa en cubrir las distintas secciones, intentando asistir a cuanto film se exhiba; haciendo malabares con los horarios para poder acceder a las conferencias de prensa diarias y poder mantener alguna entrevista, previamente pautada, con un realizador.
Por las tardes y noches se realizan las exhibiciones de los films de Selección Oficial en competencia y fuera de ella en la mayor sala que ofrece el Festival, sita en el Palais des Festivals, la Gran Sala Lumière. El acceso a éstas funciones es exclusivamente con invitación y portando smoking. Las estrellas son acercadas en limousines desde los lujosos hoteles donde residen. Es allí donde una gran cantidad de personas se agrupa en la entrada y salida de la alfombra roja para tomar fotografías o poder visualizar a alguna de sus estrellas cinematográficas preferidas. Los mismos films, para prensa, son exhibidos por la mañana, contanto con excesivos controles de bolsos, carteras y camperas, sensores de metales, prohibición de ingreso con cámaras de filmación.
La programación de éste año ha sido diversa, la Selección Oficial según todos los comentarios que he podido recolectar, fue demasiado pobre, con sorpresas hacia el final, y una notoria presencia de films políticos sobre la preocupante situación actual preponderante en Francia: el conflicto entre argelinos y franceses. Una manifestación tuvo lugar con motivo de la exhibición de Hors La Lois (Outside the Law), a partir de la cual se incrementaron los controles de la entrada a las salas.
La sección por excelencia fue Un Certain Regard. Con amplia presencia latinoamericana gracias a Los Labios, Carancho y Octubre, dos de éstas galardonadas, es sabido que la presidente del jurado, Claire Dennis, tiene un gran afecto hacia la región, y las temáticas sociales tuvieron peso sobre la premiación. No obstante, la sección contó con dos films que extrañaron por su inclusión (Life, Above All y Udaan), notablemente olvidables.
Dentro de la Selección Oficial, me permito a identificar que en algunos casos, el reconocimiento del nombre de un autor precedió a las características y méritos de la obra seleccionada. Se comenta que hay films que aguardaron su estreno comercial para tener su estreno mundial en Cannes e integrar la selección.
El Jurado presidido por Tim Burton, brindó un aire fresco éste año, sus miembros provienen de diversos sectores cinematográficos: actores (Kate Beckinsale, Benicio del Toro y Giovanna Mezzoogiorno), directores (Victor Erice y Shekhar Kapur), compositor (Alexandre Desplat), escritor (Emmanuel Carrere) y el director del Museo de Cine (Alberto Barbera).
Las premiaciones. El guión de Poetry por Lee Chang-dong es remarcable, pero su temática muy parecida, con muchos puntos en común, a Mother de Bong Joon-ho.
Javier Bardem es un gran actor y su interpretación es lo más destacable de Biutiful: ya ha ganado un Oscar, un Globo de Oro, un Goya, premios en Festivales de Venecia, San Sebastian y Toronto, el corazón de Penélope Cruz…, sólo le faltaba una palma de Cannes.
Dos francesespremiados: Juliette Binoche está muy bien en Copie Conforme. Es la imagen involucrada en el poster oficial del festival de ésta edición, un símbolo nacional; y Mathieu Amalric, el actor devenido en director, muy querido por el público francés, incursionó en un tour cinematográfico junto a un excelente cast que lo acompañó a cada paso dentro de Cannes, inclusive al recibir su premio. Según sus palabras, solamente merecido por el trabajo en conjunto.
La entrega de la palma al tailandés Apitchapong por Uncle Boonme… demuestra que el jurado ha actuado según su propia convicción, sin presión alguna. Un premio polémico, con muchos espectadores a favor. A mi parecer, simplemente el mejor film que presentó el Festival en su 63º edición.
Latinoamérica, con gran representación argentina (Carancho y Los Labios en Un Certain Regard, La Mirada Invisible, el corto Rosa) recibió solamente la distinción (no menor) a las mejores actrices Adela Sanchez, Victoria Raposo y Eva Bianco por Los Labios, de Santiago Loza e Ivan Fund. Un reconocimiento importante, tras ser ovacionados en tres secuencias luego de su primer proyección. Peru consiguió el Premio del Jurado de Un Certain Regard por Octubre de los hermanos Daniel y Diego Vega. En ambos casos, el haber sido seleccionados en un listado junto a directores como Godard, Jia Zhang-Ke, Manoel de Oliveira ya ha constituido un premio.
Haberle ganado a estas leyendas de la historia del cine, también demuestra la relevancia que tiene el cine latinoamericano hoy en día y que todavía hay jurados que no tiemblan a la hora de darle la oportunidad de mostrarse a jóvenes cineastas, y no dejarse intimidar por el peso de la fama de los primeros, y la presión de la crítica fanática de las antiguas tendencias cinematográficas.
El 63º Festival de Cannes ha dado mucho que hablar, cenizas volcánicas cerraron aeropuertos como el de Barcelona al comenzar imposibilitando la llegada de varios periodistas, semanas antes un temporal arrazó con parte de las estructuras en las playas y en pleno festival se generaron disturbios de índole político. Italia intentó boicotear el Festival por la exhibición de Draquila – L’Italie qui Trembe. Jean-Luc Godard canceló su presencia y conferencia de prensa exclusivamente solicitada. Pero, como todo festival de cine, fueron los films quienes ganaron, excelentes propuestas cinematográficas juntaron a cineastas, cinéfilos y periodistas de cientos de países.
delorenzo@asalallenaonline.com.ar
Nota previamente publicada en “CinesArgentinos”
http://www.cinesargentinos.com.ar/articulo/53-un-argentino-en-cannes/